Entretenimiento sin hacer análisis...
- Título traducido: La trampa
- Director: M. Night Shyamalan
- Guión: M. Night Shyamalan
- País: Estados Unidos Año: 2024 Duración: 105 min.
- Música: Herdís Stefánsdóttir Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom
- Compañía: Blinding Edge Pictures
- Intérpretes: Josh Hartnett, Ariel Joy Donoghue, Saleka, Alison Pill, Hayley Mill,s Jonathan Langdon, Marnie McPhail, Vanessa Smythe, Malik Jubal, Peter D'Souza, Ty Pravong, Kaitlyn Dallan, Cali Erlichman
- Género: Thriller, Drama
Sinopsis
Un hombre y su hija adolescente asisten a un concierto de música pop. Pronto, el padre se da cuenta de que hay algo raro en el ambiente, y de que algo inquietante está por suceder...
Para esta ocasión toma como punto de partida el concierto de una estrella del pop, desarrollándose casi por completo en el interior del recinto. El juego del gato y el ratón al que nos tiene acostumbrados no tarda en aparecer, y a partir de aquí irá encadenando situaciones en las que pueda comprometer al protagonista, eso sí, acabando con su habitual giro de guion "inesperado". Como siempre, lo mejor de todo es la atmósfera que consigue, donde mantiene al espectador en vilo jugando con el bullicio de la gente y los espacios cerrados, dotándole de la tensión y suspense necesarios.
Todo esto lo consigue gracias a la interpretación de Josh Hartnett, el cual juega magistralmente con la ambigüedad de su personaje para convencer al espectador de lo que se cuece en el interior de su cabeza, poniéndonos a prueba en cada situación a la que se enfrenta. Y si su hija mayor ya se estrenó como directora en la reciente The Watchers (Ishana Shyamalan, 2023), ahora es el turno para la mediana, Saleka, ofreciéndole un papel protagonista para que pueda mostrar al mundo sus dotes como compositora y cantante. Todo correcto.
En definitiva, la película no es la más boyante de Shyamalan, teniendo una primera parte muy solvente y una segunda que deja muchas incógnitas, pero es muy decente y sobre todo entretenida. Está rodada con tal eficiencia que las asperezas que puedan surgir se liman con facilidad, sin tener que sonrojar al espectador por algunas de sus decisiones. De todas formas, y tal y como comentaba al inicio, es el tipo de cine al que hay que sentarse en la sala sin prejuicios, pero sobre todo sin ganas de buscar defectos para ponerla a parir a la salida... Hay que disfrutar más.
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