Cuando Hooper abandona el barco...
- Título traducido: Oscuridad (The Dark)
- Director: John 'Bud' Cardos, Tobe Hooper
- Guión: Stanford Whitmore
- País: Estados Unidos Año: 1979 Duración: 92 min.
- Música: Roger Kellaway Fotografía: John Arthur Morrill
- Compañía: Film Ventures International (FVI)
- Intérpretes: William Devane, Cathy Lee Crosby, Richard Jaeckel, Keenan Wynn, Biff Elliot, Jacqueline Hyde, Warren J. Kemmerling, Philip Michael Thomas, John Dresden, Casey Kasem, Vivian Blaine, John Bloom, Roberto Contreras, Anna Marlowe
- Género: Ciencia Ficción, Terror
Sinopsis
Un alienígena ha acabado en la Tierra sin saber cómo y está sembrando el terror entre los ciudadanos. El padre afligido de una de las víctimas junto a la policía y una reportera de televisión, intentarán encontrar al causante de todo y pararle los pies como sea...
Quizá el haber estado Tobe Hooper en los inicios del proyecto le ha dado algo más de nombre (y curiosidad) dentro del fandom, pero es muy difícil distinguir su aportación en el producto final. El caso es que tras una alargada producción inicial, el estudio decidió botar al reconocido director por John Cardos, habitual en tomar este tipo de relevos, para que terminase la película tal y como se le mandaba desde las oficinas.
Al parecer la película sufrió varios cambios, sobre todo respecto al asesino en serie que acecha por las noches. En un principio iba a tratarse de una persona autista trastornada por los abusos sufridos durante la infancia, la cual se tomó la justicia por su cuenta dando matarile al personal, pero tras el éxito de Alien (ridley Scott, 1979) ese mismo año, decidieron que el malote debería ser un bicho del espacio exterior, con una fuerza sobrehumana y que además lanzase rayos láser por los ojos. Nunca sabremos cómo sería si hubiesen seguido con la idea inicial, pero los verbeneros adictos a este tipo de cine agradeceremos siempre el cambio.
El caso es que aparte del susodicho personaje, el resto de la historia deja mucho que desear. Tenemos a un padre nada afligido por el asesinato de su hija, el cual se implica en resolver el misterio tocando los albaricoques a la policía, esos policías que queriendo darle un toque de humor al asunto lo que hacen es dar pena, y como no una serie de desdichas que no mejoran en demasía la calidad del producto final.
Pero bueno, todo ese conjunto de coincidencias sumado al rollo setentero que lo envuelve, le da el toque especial para que los aficionados a este tipo de cine podamos disfrutar durante un rato de tantos malabares infructuosos. Una más para esa lista de joyas de la arqueología moderna...
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