El bosque sésamo y sus amigos...
- Título traducido: Sasquatch Sunset
- Director: David Zellner, Nathan Zellner
- Guión: David Zellner
- País: Estados Unidos Año: 2024 Duración: 88 min.
- Música: The Octopus Project Fotografía: Mike Gioulakis
- Compañía: Square Peg, The Space Program, ZBI
- Intérpretes: Riley Keough, Jesse Eisenberg, Christophe Zajac-Denek, Nathan Zellner
- Género: Comedia
Sinopsis
Cuando deciden emprender un viaje para buscar nuevos medios de vida, una familia de Sasquatchs irá descubriendo poco a poco que el bosque ofrece mucho más que a lo que estaban acostumbrados...
Square Peg
La última película de los hermanos Zellner se presenta como una comedia fantástica que intenta explorar la vida de una familia de Sasquatchs (o Bigfoots) en los bosques de América del Norte. Sin lugar a duda es una de las propuestas más peculiares que se han podido ver recientemente (en este caso en el Atlántida Film Fest, que sin ningún tipo de diálogo mas que los gruñidos y la expresión física y visual, veremos como estos seres hacen su viaje de trashumancia.
Más allá de los disfraces muy al estilo de Bigfoot y los Henderson (1987), Eisenberg y Keough se manejan con habilidad a la hora de realizar las mímicas. Las situaciones a las que les lleva el guion son tanto humanizadas como asilvestradas, pero no todas ellas acaban cuajando tan bien como para mantener el interés a lo largo de sus 88 minutos de duración. Hay de fondo un discurso ecológico que tampoco acaba de integrarse del todo, pareciendo bastante forzado y resabido.
Eso sí, la fotografía a cargo de Mike Gioulakis y la música de The Octopus Project son dos de los aspectos que más destacan de la película. Captura a la perfección los paisajes de las grandes extensiones boscosas de Norteamérica que, con la música ambiental que suena de acompañamiento, te trasladan a un lugar de paz y tranquilidad (a pesar de los seres que las habitan).
Ari Aster está tras este proyecto que, sin lugar a duda, está muy vinculado a su obra, pero que ni por asomo llega a tales dimensiones. Una película que roza lo absurdo en sí misma e intenta hacerlo con gracia, aunque se queda muy a medio camino de ser un producto destacable. Una lástima, ya que detrás hay muy buenos nombres con trabajos muy buenos. O quizá es que yo no estoy preparado para ello todavía...
Más allá de los disfraces muy al estilo de Bigfoot y los Henderson (1987), Eisenberg y Keough se manejan con habilidad a la hora de realizar las mímicas. Las situaciones a las que les lleva el guion son tanto humanizadas como asilvestradas, pero no todas ellas acaban cuajando tan bien como para mantener el interés a lo largo de sus 88 minutos de duración. Hay de fondo un discurso ecológico que tampoco acaba de integrarse del todo, pareciendo bastante forzado y resabido.
Eso sí, la fotografía a cargo de Mike Gioulakis y la música de The Octopus Project son dos de los aspectos que más destacan de la película. Captura a la perfección los paisajes de las grandes extensiones boscosas de Norteamérica que, con la música ambiental que suena de acompañamiento, te trasladan a un lugar de paz y tranquilidad (a pesar de los seres que las habitan).
Ari Aster está tras este proyecto que, sin lugar a duda, está muy vinculado a su obra, pero que ni por asomo llega a tales dimensiones. Una película que roza lo absurdo en sí misma e intenta hacerlo con gracia, aunque se queda muy a medio camino de ser un producto destacable. Una lástima, ya que detrás hay muy buenos nombres con trabajos muy buenos. O quizá es que yo no estoy preparado para ello todavía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario