Maxine busca su sitio...
- Título traducido: MaXXXine
- Director: Ti West
- Guión: Ti West
- País: Estados Unidos Año: 2024 Duración: 103 min.
- Música: Tyler Bates Fotografía: Eliot Rockett
- Compañía: A24, Bron Creative, Film New Zealand
- Intérpretes: Mia Goth, Elizabeth Debicki, Michelle Monaghan, Bobby Cannavale, Kevin Bacon, Moses Sumney, Giancarlo Esposito, Halsey Lily Collins, Sophie Thatcher, Larry Fessenden, Chloe Farnworth, Uli Latukefu
- Género: Terror
Sinopsis
Maxine intenta reiniciar su vida tras los incidentes que sucedieron en el pasado. Su objetivo es ser una actriz famosa, pero para llegar a ello, su trayectoria no es que sea la más adecuada. Ahora tiene una gran oportunidad para ser la protagonista de una película de terror, y no la querrá desperdiciar por nada...
A24
Tras el éxito cosechado por las dos anteriores entregas en que se iba perfilando la protagonista, Ti West cierra esta trilogía con el desenlace esperado: la consumación de Maxine Minx como famosa actriz. Aquí ya vemos al personaje interpretado por Mia Goth mucho más fuerte y convencida de que va a lograr el ansiado éxito, pisando firme por una ciudad en pleno desmadre social y cultural. Pero para ello, primero tendrá que borrar cualquier atisbo del pasado que lleva arrastrando desde hace mucho tiempo.
Y si el realizador ha ido siguiendo una línea en la que repasaba los géneros del cine de terror que predominaban justamente en la misma línea temporal en que discurren sus películas (comenzando por el American gothic que desprendía X y siguiendo con el mismo en Pearl pero en sus últimos coletazos), aquí se mete de lleno en una mezcla de slasher y psycho-thriller que tanto prosperaron gracias al encumbramiento del vídeo doméstico.
Una película con una maravillosa estética que nos transporta de lleno a la suciedad y el bullicio de unos Los Angeles de mediados de los ochenta bajo el gobierno Reagan, en el que irá mezclando la realidad con incorporaciones ficticias para dar vida a su guion. Algo que en estos últimos años hemos visto en otras tantas producciones (de mayor y menor tamaño), y con el que Ti West ha querido rendir su homenaje, siendo fiel a su estilo además de hacerlo con total libertad.
Si bien todo ese envoltorio es lo más llamativo de la película y siendo la conclusión de esta trilogía la menos redonda, se puede apreciar cómo parece ser la que más se ha disfrutado. El personaje de Maxine ya está conformado y va desatada y sin frenos, realizando una interpretación a la altura de las otras dos entregas en que, además, los secundarios de lujo que se añaden al reparto hacen que brille aún más. Eso, y que muchas de las escenas acaban siendo muy locas (con adn ochenter de videoclub), hacen que sea de lo más entretenida.
En definitiva, una fantástica conclusión para conformar esta maravilla de trilogía con que el realizador norteamericano nos comenzó a sorprender hace un par de años. Y aunque se haya rumoreado alguna posible entrega más, por mi parte creo que se podría cerrar aquí la historia de Maxine Minx y su obsesión por ser una famosa estrella de cine. Maxine buscaba su sitio, y con esta última entrega lo encontró...
Y si el realizador ha ido siguiendo una línea en la que repasaba los géneros del cine de terror que predominaban justamente en la misma línea temporal en que discurren sus películas (comenzando por el American gothic que desprendía X y siguiendo con el mismo en Pearl pero en sus últimos coletazos), aquí se mete de lleno en una mezcla de slasher y psycho-thriller que tanto prosperaron gracias al encumbramiento del vídeo doméstico.
Una película con una maravillosa estética que nos transporta de lleno a la suciedad y el bullicio de unos Los Angeles de mediados de los ochenta bajo el gobierno Reagan, en el que irá mezclando la realidad con incorporaciones ficticias para dar vida a su guion. Algo que en estos últimos años hemos visto en otras tantas producciones (de mayor y menor tamaño), y con el que Ti West ha querido rendir su homenaje, siendo fiel a su estilo además de hacerlo con total libertad.
Si bien todo ese envoltorio es lo más llamativo de la película y siendo la conclusión de esta trilogía la menos redonda, se puede apreciar cómo parece ser la que más se ha disfrutado. El personaje de Maxine ya está conformado y va desatada y sin frenos, realizando una interpretación a la altura de las otras dos entregas en que, además, los secundarios de lujo que se añaden al reparto hacen que brille aún más. Eso, y que muchas de las escenas acaban siendo muy locas (con adn ochenter de videoclub), hacen que sea de lo más entretenida.
En definitiva, una fantástica conclusión para conformar esta maravilla de trilogía con que el realizador norteamericano nos comenzó a sorprender hace un par de años. Y aunque se haya rumoreado alguna posible entrega más, por mi parte creo que se podría cerrar aquí la historia de Maxine Minx y su obsesión por ser una famosa estrella de cine. Maxine buscaba su sitio, y con esta última entrega lo encontró...
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