Fatal Games

El mejor complemento a las Olimpiadas...

• Título traducido: Olimpiada de muerte
• Director: Michael Elliot
• Guión: Rafael Buñuel, Michael Elliot
• País: Estados Unidos Año: 1984 Duración: 88 min.
• Música: Shuki Levy  Fotografía: Alfred Taylor
• Compañía: Impact Films
• Intérpretes: Sally Kirkland, Lynn Banashek, Sean Masterson, Michael O'Leary, Teal Roberts, Spice Williams-Crosby, Melissa Prophet, Angela Bennett
• Género: Terror

Sinopsis
Un grupo de jóvenes se entrena a tope para participar en las pruebas clasificatorias nacionales, con el objetivo de ir a los siguientes Juegos Olímpicos. Pero algo o alguien les acecha en la noche, e irán desapareciendo poco a poco sin dejar rastro...

Impact Films

Qué podía ser más interesante en estos días, plagados de noticias sobre los Juegos Olímpicos de París, que ver un slasher de lo más incorrecto que sucede alrededor de un grupo de deportistas (los cuales además, se preparan para participar en el preolímpico nacional). Un viaje nostálgico a los ochenta, con todo el estilo y la extravagancia de la época, que aunque no sea de las más destacables, tiene un lugar asegurado en el corazón de los aficionados al cine de terror y suspense con un toque camp y música a toque de sinte.

La trama no deja de ser la típica de la época, cargada de clichés de este subgénero, pero que no por ello deja de ser interesante. Sin salir del centro deportivo donde estos chicos se preparan para los campeonatos nacionales que les pueden llevar a los Juegos Olímpicos, veremos que se introducen temas tales como la administración de esteroides o los entrenos exhaustivos que llevan al límite a los deportistas. Aspectos que siempre han estado vinculados al deporte para conseguir el éxito cueste lo cueste, sobre todo en esa época.

Pero si nos centramos en la parte divertida, también tenemos bastante jugo que sacar. Partiendo de que el misterioso asesino utiliza una jabalina como arma, ya se puede imaginar uno el tipo de creatividad que hay tras cada muerte, con unos efectos prácticos que hoy día rozarían la ilegalidad en cuanto a seguridad en el puesto de trabajo. Aunque eso sí, lo mejor de todo es el tramo final y la resolución del mistero, una maravilla que si no ha pasado ya a los anales de la historia es porque se trata de una película de género. Mejor verla para descubrirlo.

En definitiva, un descubrimiento que ha venido de la mano de Vinegar Syndrome y que como siempre nunca defraudan. Muy típica dentro del subgénero, pero que por su temática la hace destacar del resto. Ahora no me queda otra que hacer un poco de arqueología y buscar más títulos que hagan referencia a ello... maravilla.