In a Violent Nature

Violenta a ratos, pero ya...

• Título traducido: De naturaleza violenta
• Director: Chris Nash
• Guión: Chris Nash
• País: Canadá Año: 2024 Duración: 94 min.
• Música: Christine Leslie  Fotografía: Pierce Derks
• Compañía: Shudder, Low Sky Productions, Zygote Pictures
• Intérpretes: Ry Barrett, Andrea Pavlovic, Cameron Love, Reece Presley, Liam Leone, Charlotte Creaghan, Lea Rose Sebastianis, Sam Roulston, Alexander Oliver, Timothy Paul McCarthy, Lauren-Marie Taylor
• Género: Terror

Sinopsis
Un grupo de jóvenes se lleva un medallón de una torre de vigilancia contra incendios derrumbada en el bosque. Lo que desconocen es que esta sepulta el cadáver podrido de Johnny, un espíritu vengativo impulsado por un horrible crimen ocurrido hace 60 años. Y una vez se llevan el medallón, su cuerpo resucita con el único propósito de recuperarlo. El no-muerto acecha al grupo de adolescentes de vacaciones responsables del robo y en su misión de recuperar el medallón procede a masacrarlos uno tras otro, junto con cualquiera que se interponga en su camino...

Shudder

El director Chris Nash, con su ópera prima, nos sumerge en un slasher que encontraremos familiar, pero al mismo tiempo notaremos un pequeño soplo de aire fresco. La premisa es muy simplre, como no podía ser de otra forma, donde un grupo de jóvenes despierta a un espíritu vengativo en un bosque que se los irá cargando poco a poco. Nash opta por una narrativa que se aleja de los clichés típicos del género, presentando la historia desde la perspectiva del asesino, a modo de videojuego, lo que resulta en una experiencia cinematográfica que es tanto inquietante como cautivadora.

La película se deleita en su atmósfera, utilizando el sonido ambiental en lugar de una banda sonora tradicional, lo que apuede llegar a aumentar bastante la tensión del espectador. Los planos contemplativos, en un formato tradicional de cuatro tercios, son una elección artística que permite al entorno ser un personaje más, lleno de secretos y peligros. Y aunque la ausencia de música podría considerarse un riesgo, aquí sirve para subrayar la crudeza y la realidad de la violencia que se despliega en pantalla.

Sin embargo, esta aproximación también tiene sus desventajas, ya que en las escenas de transición donde no hay nada de acción el ritmo se hace demasiado lento sin una banda sonora que acompañe. Esto puede llegar a restar en lugar de sumar, haciendo que la experiencia sea más tediosa que emocionante. Además, la decisión de mantenerse alejado emocionalmente de las víctimas, puede sacar a algunos espectadores de la película, anhelando una conexión más profunda con los personajes.

Pero a pesar de estos posibles contratiempos, la película brilla en su representación de la violencia sin sentido. No hay glorificación aquí, solo la presentación fría y desoladora de actos brutales que reflejan un nihilismo perturbador. Es una elección audaz que no busca complacer al público con gratificaciones baratas, sino que desafía al espectador a enfrentar la naturaleza violenta no solo de los personajes, sino de la humanidad misma. En definitiva, una película que sin destacar demasiado tiene sus cosas, dejando ver las formas de su director en el cine de terror. Esperaremos a ver sus siguientes trabajos...