The Last Stop in Yuma County

Tan bien hilvanado como si hubiesen sido los Coen...

• Título traducido: The Last Stop in Yuma County
• Director: Francis Galluppi
• Guión: Francis Galluppi
• País: Estados Unidos Año: 2023 Duración: 90 min.
• Música: Matthew Compton  Fotografía: Mac Fisken
• Compañía: Local Boogeyman Productions, Random Lane Productions
• Intérpretes: Jim Cummings, Jocelin Donahue, Richard Brake, Nicholas Logan, Faizon Love, Michael Abbott Jr., Gene Jones, Robin Bartlett, Sierra McCormick, Connor Paolo, Ryan Masson, Alex Essoe, Sam Huntington, Jon Proudstar, Barbara Crampton, Robert Broski
• Género: Thriller

Sinopsis
Un vendedor ambulante de cuchillos está varado y obligado a esperar en una parada de descanso rural, ya que la gasolinera no da servicio al quedarse sin combustible en los depósitos. Sin saber cómo, se verá envuelto en medio de una violenta situación de rehenes tras la llegada de dos ladrones de bancos que huyen después de un atraco reciente...

XYZ Films

Francis Galluppi se atreve a lidiar con un western en su primer largometraje, un género que si no se trata con cariño puede llegar a ser algo insufrible. Pero aquí se empapa bien de la escuela de los Coen y escribe un guion a la altura, ofreciendo al espectador un thriller que se autoalimenta a medida que avanza el metraje y acaba por meternos completamente en una película que a más de un director consagrado le hubiese gustado rodar. Además, el haber escogido una única localización para su desarrollo, hace que la atmósfera sea aún más opresiva y malsana, pudiendo cortar la tensión a cuchillo.

Si bien los elementos con los que juega aparentan a priori ser minimalistas, la verdad es que los afilados diálogos y el buen manejo de la cámara hacen que no se pierda un ápice de atención. Todo ello gracias también al elenco actoral, el cual está idóneamente escogido ya que funciona a la perfección con la dirección que tienen detrás. Sobre todo destacar el duelo entre el binomio Jocelin Donahue y el fantástico Robin Bartlett, ambos acaparando toda la atención cuando están presentes en escena. Todo ello sin dejar atrás los pequeños toques de humor que paralelamente se han anexado a la línea argumental principal, dándole un toque menos sobrio al resultado final.

Y es que desde su tramo inicial podemos pensar que estamos ante otra de esas obras donde prima lo absurdo, ya que la situación a la que se someten los protagonistas es bastante irrisoria, pero a medida que se van añadiendo elementos a escena no dejará de generar interés por la desdicha de sus protagonistas. Una película que no se arrincona en un nicho específico, sino que puede llegar a ser disfrutable por un público más genérico, incluso ser pasada en el circuito comercial habitual. Se llevó el premio a mejor película de la sección Órbita en el pasado Festival de Sitges y desde aquí también la remondamos encarecidamente.