Riddle of Fire

• Título traducido: Riddle of Fire
• Director: Weston Razooli
• Guión: Weston Razooli
• País: Estados Unidos Año: 2023 Duración: 114 min.
• Música: Stéphane Junk  Fotografía: Jake L. Mitchell
• Compañía: Anaxia, FullDawa Films
• Intérpretes: Analeigh Tipton, Charles Halford, Weston Razooli, Danielle Hoetmer, Charlie Stover, Lorelei Mote, Phoebe Ferro, Sohrab Mirmont, Colleen Baum, Lonzo Liggins, Chuck Marra, Rachel Browne, Andrea Browne, Skyler Peters, Kent Richards
• Género: Aventuras

Sinopsis
Tres amiguetes que viven en las afueras, se ven implicados en una aventura en la que tendrán que coneguir la receta de la tarta que tanto le gusta a su madre. El objetivo final: poder conseguir la clave para poder desbloquear la conexión a internet y así jugar al nuevo y fantástico videojuego que acaba de salir a la calle...

Anaxia

Seguimos con la avalancha de películas hechas desde y para el recuerdo de aquellos que vivimos nuestra infancia en los ochenta y noventa, la cual nos acecha desde antes del boom de la famosa serie televisiva Stranger Things y de la cual aún surgen trabajos como este que aquí nos ocupa. Una nueva historia de aventuras con tintes de finales del siglo pasado tanto en su fondo como en su forma, la cual tampoco aguanta el tirón en sus casi dos horas de duración, llegando a ser algo extenuante en su tramo final...

Primera incursión en el largometraje del realizador estadounidense, el cual ya había calentado a la audiencia en sus prolegómenos citando algunas referencias exquisitas para el fandom. Y la verdad es que en su tramo inicial, la película resulta muy atractiva al trasladarnos a una época entrañable para muchos de nosotros, con un formato que podría recordarnos perfectamente a una aventura gráfica para ordenador o al desarrollo de cualquier partida de rol conversacional. Sumado a los props que se utilizan a lo largo de la misma, quedaremos más que encantados con la multitud de pseudo-referencias a parafernalia que ya conocemos.

El problema viene a partir de su segundo tramo, en el que la aventura ya deja de sorprender y cae en una serie de actos repetitivos que no aportan nada a la historia, haciendo que por momentos se pierda el interés de lo que está sucediendo en pantalla. Un viaje que, si bien quedaría demasiado justo reduciéndolo a cortometraje, quizá con media hora menos hubiese resultado mucho más atractivo y menos anodino para el espectador. Eso sí, la banda sonora es una maravilla, siendo quizá el punto más fuerte más allá del forzado revival al que nos somete.