The Eternal Daughter

El perdón eterno...

• Título traducido: La hija eterna
• Director: Joanna Hogg
• Guión: Joanna Hogg
• País: Reino Unido Año: 2022 Duración: 96 min.
• Música: Jovan Ajder  Fotografía: Ed Rutherford
• Compañía: BBC Film, JWH Films, A24, Element Pictures, Sikelia Productions
• Intérpretes: Tilda Swinton, Joseph Mydell, Carly-Sophia Davies, August Joshi, Zinnia Davies-Cooke, Alfie Sankey-Green
• Género: Drama

Sinopsis
Una mujer y su anciana madre deben enfrentarse a secretos enterrados hace mucho tiempo cuando regresan a su antigua casa familiar, una gran mansión que se ha convertido en un hotel lleno de misterio...

A24

Joanna Hogg realiza con esta película otra introspección a los sentimientos familiares más personales, como ya venía demostrando en un sus anteriores trabajos. A modo de epílogo del binomio The Souvenir (2019,2021), aquí aún se despoja más de todo aquello que adorna lo que nos quiere contar, utilizando como envase una única localización, ambientada ésta con una atmósfera que nos recordará al mejor terror gótico de mitades del siglo pasado, aunque el suspense brille por su ausencia. Todo ello para aislar a esta pareja madre-hija en su pequeño universo familiar donde revivirán recuerdos de tiempos pasados.

La película no va más allá del proceso que la protagonista lleva a cabo para resarcirse de todo aquello que hubiese podido hacer mal para con su madre. Una culpa que no tiene fundamento alguno mas que el propio resentimiento por no haber hecho todo lo posible para que fuese feliz, y que ahora quiere subsanar de algún modo pasando más tiempo juntas e intentando escribir un guion para una película que defina su relación. Nada mejor que volver a la casa donde la madre se crio de pequeña y en la que se irán desvelando momentos y emociones que habían quedado enterradas.

Tilda Swinton no falla y ofrece una sensacional doble interpretación, dotando a sus personajes con rasgos únicos para aislar así esas personalidades totalmente diferentes. Las conversaciones que mantienen son su punto fuerte, llegando a lo más personal y haciendo que tanto la una como la otra sean verdaderamente entrañables. Aún así, el ritmo es demasiado pausado y los atisbos de suspense entre esa neblina gótica no ayudan para nada al ser mero atrezzo. Una película para ver desde su vertiente más teatral, ya que de otra forma puede llegar a ser un aburrimiento total.