Mejor reír que no llorar...
- Título traducido: Arkitekten
- Director: Kerren Lumer-Klabbers
- Guión: Historia: Kristian Kilde, Nora Landsrød, Kerren Lumer-Klabbers
- País: Noruega Año: 2023 Duración: 20 min. x 4 ep.
- Música: vvaa Fotografía: David Bauer
- Compañía: Nordisk Film Production AS
- Intérpretes: Eili Harboe, Fredrik Stenberg, Ditlev-Simonsen, Ingrid Giæver, Alexandra Gjerpen, Petronella Barker, Kim Falck, Espen Rognlien, Anna Filippa, Hjarne Kristoffer, Aase Inger, Elise Holm, Mona Grenne, Arman Surizehi, Lill-Torunn, Kilde Linn, Heidi Slåttøy, José Moreira
- Género: Comedia, Drama
Sinopsis
La vida está carísima y los bancos cada vez cierran más el grifo a los créditos, por lo que la gente tiene que buscarse alternativas para sobrevivir. Una de ellas, utilizar las plazas que no se usan de un párking subterráneo como vivienda. Esto le dará una idea a Julie, becaria en un gabinete de arquitectos, para conseguir el premio de una licitación...
Nordisk Film Production
Presentada en la pasada Berlinale y disponible ahora en el Atlántida Mallorca Film Fest a través de FilmIn, esta pequeña producción noruega en formato serializado utiliza como vehículo una distopía para ironizar sobre la deteriorada salud que sufrimos en algunos aspectos socioeconómicos dentro de nuestro día a día. Una sátira que si la miramos desde un punto de vista más formal, nos daremos cuenta de que no estamos tan alejados de ese futuro imaginario al cual nos dirigimos sin remedio.
Y es que los temas que trata son de candente actualidad, desde su línea argumental centrada en la dificultad para encontrar vivienda, pasando por los trabajos y salarios dignos, el aislamiento social, la extinción de la clase media,... todo un conjunto de casos que inteligentemente ha incorporado dentro de un envoltorio con aire futurista para que no nos ubiquemos tan directamente, pero que aún teniendo la mirada puesta hacia esa ciencia ficción, será inevitable que el subconsciente haga comparaciones con nuestra realidad, más allá del humor con que se trata.
Un humor que, por cierto, es tan sórdido y absurdo que parece como si su directora hubiese metido en una batidora a Dupieux con Lanthimos, vertiendo el resultado en un vaso serigrafiado con el logo de The Office. Esto, sumado a la excentricidad y frialdad noruegas, hace que aún sea más incidente ese caminar sobre la delgada línea que separa la comedia del drama más crudo, sin saber si reír o llorar ante lo que estamos viendo.
En definitiva, una serie muy inteligente y muy bien llevada, sobre todo gracias al papelazo que interpreta a la ya conocida Eili Harboe con su personaje. Podría quedarse tal cual y dejar para la imaginación del espectador un epílogo con el que pensar, pero esperemos que le den continuidad, al menos por una temporada más, ya que es de agradecer que aparezcan series tan frescas...
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