Se agradece el tributo al slasher, pero ya...
- Título original: Rupintojelis
- Director: Jonas Trukanas
- Guión: Titas Laucius, Jonas Trukanas
- País: Lituania Año: 2022 Duración: 85 min.
- Música: Andrius Kauklys Fotografía: Rokas Sydeikis
- Compañía: Cometos, Reason8 Films
- Intérpretes: Donatas Simukauskas, Gabija Bargailaite, Povilas Jatkevicius, Sarunas Rapolas Meliesius, Marius Repsys, Kipras Masidlauskas, Martynas Berulis, Saule Rasimaite
- Género: Terror, Thriller
Sinopsis
Un grupo de estudiantes recién licenciados se reúne en una casa de las afueras para celebrar el fin de curso a lo grande. Cuando llegan se dan cuenta que allí ocurrió un macabro suceso hace algún tiempo, pero las ganas de fiesta no les detienen y deciden proseguir con su plan. Ese será el peor error que pueden cometer...
Cometos
Es una muy buena noticia el que nos lleguen propuestas del fantástico procedentes de países de los cuales no solemos importar películas de forma habitual, sobre todo por hacernos eco de la visión que se tiene al respecto tanto social como cultural en los mismos. Es el caso de esta producción lituana, que además de aterrizar directamente con un tributo al cine slasher más clásico, nos ofrece una visión de las maneras y formas de actuar y pensar de los jóvenes del país, no muy distantes a las nuestras.
La línea argumental es tan básica como lo era por aquellos maravillosos años ochenta: un grupo de jóvenes se reúne en un apartado lugar de la ciudad para celebrar una fiesta, en la cual aparecerá un invitado no esperado y hará que se les pasen las ganas de jolgorio. A partir de aquí, el trabajo para que sea atractiva al espectador es lo que hay que tener en cuenta, y en esta película es algo que se queda a medio gas quizá por querer darle algo más de sentido a las interrelaciones entre los protagonistas.
Y es que al final, el apartado terrorífico (el cual no está nada mal, ya que hay algunas muertes que son bastante divertidas y muy bien realizadas), es utilizado como un elemento detonante como ayuda para resolver el conflicto emocional que hay entre algunos de sus personajes, que al fin y al cabo, es lo que realmente mueve esta película. El problema es que, aún queriendo ofrecer una visión de lo que se cuece en la mente de estos jóvenes desde diferentes perfiles (tanto de sus futuros, de sus manías, de sus inseguridades,...), acaba provocando cierto desinterés en el espectador por su simpleza, esperando en todo momento que venga el matarife a darles matarile.
Aún así, ya sea por su corto metraje o por algunas de las perlas que nos deja, la película no se hace aburrida y entretiene, que al fin y al cabo es a lo que hemos venido en este Atlántida Film Fest, gracias al cual podemos ver estas propuestas menores.
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