La preservación de lo tradicional...
Sinopsis
Los Yates, una tribu nómada de Tundra, se adhieren al estilo de vida tradicional a pesar de la conciliación y la coerción del desarrollo. Una niña, Krisha; su hermano menor, Kolya; y su madre y su padre, viven felices de la manera tradicional. Sin embargo, un día, mientras su madre está enferma y su padre va a la ciudad a buscar medicinas, Krisha y Kolya salen a pedir ayuda a Oso Rojo, el espíritu sagrado y dueño de esas tierras, y vivirán una gran aventura...
Korean Academy of Film Arts
Proyectada dentro del marco del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic, esta pieza coreana de stop-motion es una verdadera joya de la animación. Ya no solamente por el trabajo tan fantástico que se ha realizado con el movimiento de los elementos, sino por lo característico de los mismos. Los personajes, con un aspecto cercano a lo que sería el títere tradicional, desprenden tal encanto que es imposible no caer rendido desde los primeros minutos. Aparte, al ser una historia desarrollada en el círculo ártico y requerir de elementos invernales para su representación, el trabajo con los forrajes y pieles de vestimentas, igual que el del pelaje de los animales, es una auténtica pasada (sabiendo de su complicación con esta técnica).
Una historia que a medida que avanza veremos como nos trae reminiscencias a la obra Miyazaki, ya que aparte de manejar los elementos clásicos de sus películas, la finalidad de sus personajes principales (los cuales también son niños) es muy similar: una familia que vive ligada a sus tradiciones en armonía con el entorno que les rodea, una amenaza que les acecha proveniente de la industrializada ciudad, y un componente mitológico que posee el suficiente poder como para contrarrestarlo. Todo ello para transmitirnos ciertos valores que cada vez estamos perdiendo más y más. De todas formas, esto queda lejos de ser algo negativo y perjudicial para la película, ya que el efecto es totalmente opuesto y le da aún mucho más valor.
Así pues, todo el conjunto hace que esta película sea más que destacable, desde los maravillosos paisajes helados de la tundra ártica hasta el más mínimo elemento de attrezzo que se utiliza. Una técnica que en esta era de lo digital es ya casi tan tradicional como la propia historia que nos cuenta, así que es de aplaudir que aún existan equipos que la quieran preservar. Muy recomendable.
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