Mediterranean Fever

El humor no sana, pero alivia...

• Título traducido: Mediterranean Fever
• Director: Maha Haj
• Guión: Maha Haj
• País: Palestina Año: 2022 Duración: 108 min.
• Música: Munder Odeh  Fotografía: Antoine Heberlé
• Compañía: AMP Filmworks, Majdal Films, Metafora Production, Pallas Film, Still Moving
• Intérpretes: Amer Hlehel, Ashraf Farah, Anat Hadid, Samir Elias, Cynthia Saleem, Shaden Kanboura
• Género: Drama

Sinopsis
Walid, un palestino de 40 años que vive en Haifa con su mujer y sus dos hijos, cultiva su depresión y sus caprichos literarios. Entabla amistad con su nuevo vecino, Jalal, un estafador de poca monta. Los dos hombres se volverán pronto inseparables: Jalal está convencido de ayudar al escritor mostrándole sus artimañas; Walid, por su parte, vislumbra la oportunidad de llevar a cabo un proyecto secreto…

AMP Filmworks

Varios son los temas que podemos ver tratados en esta película desde un primer plano, aunque si nos fijamos bien, todos van a evocar prácticamente al mismo sitio aún pareciendo quedar relegados a un segundo término: el conflicto israelí-palestino. No es la primera vez que esta realizadora, la cual también escribe el guion, utiliza el cine como vehículo para mostrar al mundo una visión más personal y humana de lo que supone vivir durante tantos años en el ojo del huracán.

En esta ocasión utiliza con mucha inteligencia el humor, que aunque algo macabro, sirve de bálsamo para aligerar los graves problemas que se plantean. Principalmente tenemos la depresión crónica de nuestro protagonista, el cual ya no tiene ilusión por nada y lo único que hace es esperar a que llegue su momento. Una de las enfermedades que más proliferan en la población a día de hoy y que como le ocurre a tantas otras referentes a la salud mental, se ignoran y se dejan en un segundo plano. Esto parecerá aliviarse con la llegada de su nuevo y conflictivo vecino, aunque todo tendrá su razón de ser hacia el desenlace de la película.

Otras referencias más secundarias que podemos tomar como indicadores son las constantes noticias que escuchamos de fondo referentes a episodios bélicos ocurridos en el país. También las dosificadas pullitas hacia la población palestina que se van soltando sobre todo en escenas con más carácter de comedia. Y como no, la enfermedad que le da nombre al título de la película, la cual parece padecer su hijo pero que el espectador descubrirá que su origen es totalmente diferente... Estos y algunos otros serán los elementos que irán conformándose a lo largo de la película para codificarse en un único problema.

Y la verdad es que, aún entendiendo el trasfondo que nos está desvelando, el trato humorístico con el que dota a esta película hace que se haga muy entretenida e incluso en muchos momentos divertida. Un bálsamo puntual que no quita la crueldad de la situación que se está viviendo en la zona, pero que refleja a la perfección cómo se ve desde dentro...