Nunca es tarde para redimirse...
- Título traducido: Oppenheimer
- Director: Christopher Nolan
- Guión: Christopher Nolan
- País: Estados Unidos Año: 2023 Duración: 180 min.
- Música: Ludwig Göransson Fotografía: Hoyte van Hoytema
- Compañía: Universal Pictures, Atlas Entertainment, Syncopy Production, Gadget Films
- Intérpretes: Cillian Murphy, Emily Blunt, Robert Downey Jr., Matt Damon, Josh Hartnett, Florence Pugh, Jason Clarke, Alden Ehrenreich, David Krumholtz, Ben Safdie, Kenneth Branagh, Rami Malek, Gary Oldman
- Género: Drama, Thriller
Sinopsis
A finales de la Segunda Guerra Mundial, el físico teórico J. R. Oppenheimer es seleccionado para dirigir lo que se denominó el Proyecto Manhattan con la tarea de fabricar la primera bomba atómica para su país, el arma definitiva. Pero una vez conseguido el reto, lo que desencadenó a posteriori le hará redimirse de sus actos...
Universal Pictures
Nolan se adentra por primera vez en el biopic, escogiendo para ello a una de las figuras más trascendentales del siglo XX, el cual cambió el curso de la historia bélica a nivel mundial. Una película con la que se aleja de su tendencia a la ciencia ficción (aunque sin dejarla atrás) para adentrarse en un terreno mucho más tangible aunque no por ello menos complejo. A priori puede ser la menos megalómana de todas, pero la verdad es que sigue estado al mismo nivel de ambición a la que nos tiene acostumbrados...
Y es que la película no se queda solamente en hacer un recorrido por la vida de este científico, sinó que lo utiliza como peón para expandirse en describir e intentar descifrar esa época tan convulsa que se vivió en los Estados Unidos desde que decidieron participar en la Segunda Guerra Mundial. La paranoia comunista y su caza de brujas, la prepotencia desatada y pedante de una presidencia obcecada con el poder mundial, y una administración que comenzará a hacer aguas por sus controvertidas actuaciones. Una puesta en escena a lo grande para que el devenir de esta historia sea aún mayor.
Y si comentaba que esta película era mucho más terrenal por el hecho de retratar una figura histórica, con los primeros minutos ya imprime su sello personal: un Oppenheimer al que le llegan visiones del futuro inmediato, la devastación, la destrucción, la comprensión de la mecánica cuántica... Y es que en varios momentos del film, se deja llevar por esta retórica, como si se tratase del elegido por el Universo para llevar a cabo esta misión. Una serie de escenas introducidas en los momentos clave que detienen el tempo, lo silencia y nos invade con imágenes superlativas para hacer llegar al espectador el sentir del protagonista.
Confeccionada entrelazando diversas líneas temporales, puede parecer confuso si no se presta la suficiente atención, pero a medida que avanza su desarrollo irán convergiendo en la misma salida. Eso sí, siempre dejando a modo de migas pan elementos sin resolver que aún sin ser determinantes del todo, incitarán en el espectador cierto aire de suspense, como por ejemplo la conversación con Einstein. Un rompecabezas que quedará solucionado al final de la película siendo el cómo, pero que dejará el poso subjetivo del por qué.
Todo ello utilizando una serie de ingredientes de primera calidad, gourmet, para que esta película vaya más allá de ser una magnífica obra. El reparto actoral es espectacular, perfectamente dirigido y dosificado su protagonismo. La banda sonora, aunque muy zimmeriana, es del ya consolidado Göransson. Y como no, la indiscutible fotografía de su inseparable Hoytema... Todos estos elementos hacen que Oppenheimer sea una de las grandes películas del año y también de su director. Magnífica.
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