Cut

El coche escoba de lo ochenter...

• Título traducido: Cut (Corten)
• Director: Kimble Rendall
• Guión: Dave Warner. Historia: Mark Lamprell
• País: Australia Año: 2000 Duración: 82 min.
• Música: Guy Gross  Fotografía: David Foreman
• Compañía: MBP, Mushroom Pictures, Beyond Films, South Australian Film Corporation
• Intérpretes: Molly Ringwald, Simon Bossell, Kylie Minogue, Jessica Napier, Sarah Kants, Matthew Russell, Erika Walters, Stephen Curry, Cathy Adamek
• Género: Terror, Thriller

Sinopsis
Los acontecimientos que sucedieron durante el rodaje de una película de terror provocaron que ésta nunca llegase a finalizarse, quedando en la cultura popular como algo maldito. Unos cuantos años después, un grupo de alumnos de la escuela de cine quiere recuperarla como proyecto y finalizarla, pero viejos fantasmas volverán para acecharles...

Mushroom Pictures

Inicio de milenio y a este director australiano no se le ocurre otra mejor idea que realizar una película tributo-barra-parodia a los slashers ochenteros, incorporando a su casting principal nada más y nada menos que otras dos estrellas de esa época, una del propio país de las antípodas como es Kylie Minogue y otra perteneciente al Brat Pack como es Molly Ringwald. Puede que fuese el inicio de esa vertiente que tan ahora está en boga de recuperar lo pasado para el disfrute de los espectadores que ya tenemos una edad, aunque seguramente en aquel momento no lo supieron valorar como es debido.

Con esto no quiero dar esperanzas a nadie, ya que la película no es merecedora de tal elogio (además viendo la corta y poco destacable carrera de su director ya se puede hacer uno la idea), pero tampoco creo que se le tenga que denostar por algo que en ningún momento pretende ser. Por ese mismo motivo, hay que acercarse a ella abiertamente sin expectativa alguna y sabiendo que no se toma nada en serio. Siendo así, la película no se hace aburrida (que ya es mucho), e incluso se deja querer en algunos momentos donde salen a relucir frases o escenas que nos recodarán a clásicos del género.

Claramente se mira en el espejo de Scream (Wes Craven, 1996), de la que incluso hasta menciona a su director o recrea alguna escena de la misma, pero también podemos ver ecos de otras franquicias como Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street de forma nada sutil. Todo ello jugando con el metacine y aplicando sus propias ideas como el slasher clásico que es, dejando alguna que otra muerte bastante divertida. En definitiva, una película que tiene pinta de no haber sido realizada para que cruzase fronteras pero que al parecer tuvo su pequeño recorrido internacional. Una de aquellas que hay que hacer minería o tener la suerte de topar con ellas por casualidad, como es mi caso, y que por lo que sea son apetecibles. Ahí queda.