Lo mejor de todo es el cartel...
- Título traducido: Girasoles silvestres
- Director: Jaime Rosales
- Guión: Bárbara Díez, Jaime Rosales
- País: España Año: 2022 Duración: 107 min.
- Música: Kristian Eidnes Andersen Fotografía: Hélène Louvart
- Compañía: Fredesval Films, A Contracorriente Films, Oberón Cinematográfica, Luxbox, RTVE, TV3, Movistar Plus+
- Intérpretes: Anna Castillo, Oriol Pla, Quim Àvila Conde, Lluís Marqués, Manolo Solo, Carolina Yuste
- Género: Drama
Sinopsis
Julia, una joven de 22 años y madre soltera de dos niños, está algo perdida con sus relaciones sentimentales y no parece dar con la persona adecuada para que la acompañe en su vida familiar. Esto la irá condicionando poco a poco inundándola de dudas hacia su propia persona...
A Contracorriente
Parece curioso como en estos últimos años han crecido las realizaciones que tienen como línea argumental principal un coming of age o, tal y como nos cuenta Rosales en su última película y haciendo referencia a su protagonista, un Lucía busca su sitio. No es que sea algo malo (aunque parezca pandémico) pero al hacerse ya bastante común el tema, es como si el espectador demandase a la película algo más que no solamente un simple reflejo de los problemas de este tipo.
Aquí el director divide su historia en tres actos, claramente diferenciados por las tres personas con las que la protagonista mantiene una relación sentimental, sin atenernos a lo que previamente había vivido (aunque con pequeños rasgos la va definiendo y nos podemos hacer una idea). Con cada una de ellas iremos viendo una evolución en el aspecto emocional y, sobretodo, en como va limando esas asperezas que nos muestra desde sus momentos iniciales hasta llegar a su desenlace.
Y es que el principal problema que le vemos a esta película, aparte de tener un guion bastante contenido y sin momentos realmente destacables, es la falta de credibilidad en las interpretaciones. Ya en su primer acto llegan a ser tan desorbitadas, que incluso hasta proyectan comicidad a las situaciones por las que pasan (y no parece haber sido intencionado). Esto lastra el resto de la película, haciendo que parezca más una telenovela de sobremesa, que un drama donde dar visibilidad a aquellas personas con este tipo de perfil.
Quizá sea por la falta de afinidad que tenemos hacia la forma en que trabaja Anna Castillo, o porque esperamos que la historia nos llegue tan profundamente como en The Florida project (Sean Baker, 2017), pero este último trabajo de Jaime Rosales se queda muy a la mitad del camino siendo una más de la cartelera. Una pena.
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