Todo el mundo odia a Johan

El envoltorio de la comedia esconde algo más...

• Título original: Alle hater Johan
• Director: Hallvar Witzø
• Guión: Erlend Loe
• País: Noruega Año: 2022 Duración: 93 min.
• Música: Jørund Fluge Samuelsen  Fotografía: Karl Erik Brøndbo
• Compañía: Film in Norway, Nordisk Film Production AS
• Intérpretes: Pål Sverre Hagen, Ingrid Bolsø Berdal, Ine F. Jansen, Paul-Ottar Haga, John F. Brungot, Trond-Ove Skrødal, Ingunn Beate Øyen, Vee Vimolmal, Hermann Sabado
• Género: Comedia

Sinopsis
Johan nació en un pequeño poblado noruego donde se crió con unos padres revolucionarios que lucharon contra la Alemania nazi gracias a su conocimiento en explosivos. Pero más allá del conflicto bélico, ellos siguieron con su afición a dinamitar cosas, aspecto que les llevó a ser odiados por todos...

Nordisk Film Production

Poco se conoce a este director por el sur de Europa, principalmente porque su carrera filmográfica ha sido dedicada prácticamente a dirigir seriales para la televisión de su país. Éste es su primer largometraje, el cual nos cuenta una historia en tono de fábula moderna para mostrarnos algo de la sociedad noruega, y con el que nos hará empatizar con su personaje principal, del cual, a modo de comedia negra, iremos viendo crecer desde prácticamente su nacimiento. 

Así pues, sin caer en tópicos dramáticos de libreto y utilizando para ello situaciones con mucho humor, el director logrará que esta historia llegue directamente al espectador, cuando en una situación normal y en el improbable caso de que fuese nuestro vecino, seguramente también actuaríamos del mismo modo que el resto de los ciudadanos que le rodean. Pero a medida que el arco del protagonista se va desarrollando y le comprendemos mucho mejor, todos querríamos que fuese nuestro amigo.

Apoyado por esa filia que tiene a los explosivos, con los cuales el personaje ha forjado su idea de lo que es la vida, veremos como va pasando por las etapas más importantes para una persona, de las cuales irá sacando sus propias conclusiones siempre teniendo por bandera lo que sus padres le inculcaron de pequeño. Un reto sumado a la ya de por sí esa sórdida sociedad nórdica, las dificultades de integración que sufre serán el detonante para que empaticemos con él.

Pero como comentaba antes, el director lo trabaja de tal manera que no cae en el tópico sensiblero sino que utiliza el humor para conducirlo a un estado mucho más ágil y atractivo, apoyado sobretodo por la genial interpretación que hace de su personaje Pål Sverre Hagen. Eso no quiere decir que al final el resultado, si lo miramos desde una perspectiva alejada de la comedia, quiera dejarnos en reposo ese toquecito a la patata al abrirnos un poco más los ojos. Una película que no hay que dejar pasar.