Comenzaba la jornada pues, con el debut tras las cámaras del afamado y querido actor por estas tierras Viggo Mortensen, el cual entraba dentro de la Sección Oficial con Falling.
Mortensen pasa la prueba con una película que, sin querer buscar forzadamente la sensiblería, consigue un relato cargado de sentimentalismo y rencor hacia las personas queridas. Escribe, dirige y asume el papel protagonista como actor en su primera incursión como realizador, culminando un trabajo más que notable en todas esas facetas. Y es que el viaje que nos ofrece llega al espectador como un tiro, ya no por los temas sociales que trata, sino porque ese proceso en el que pulen las raspaduras seguramente nos será familiar a más de uno. Quizá el guión tiene algún tramo en el que parece haberle dado una salida fácil, pero en general es un muy buen debut.
La siguiente en la agenda era el turno para otra habitual en este Festival, la directora japonesa Naomi Kawase, que nos presentaba su último trabajo tras las cámaras, True mothers.
Una película que paralelamente y en modo de flashbacks nos contará los caminos que han tomado ambas partes, ambas madres, para llegar al punto en que se cruzan las dos vidas. Totalmente opuestas, la comparativa es inevitable y hacen ver al espectador las facilidades y dificultades que les atañen tanto en su posición social como económica, y el por qué les lleva a tomar ciertas decisiones. Como siempre, la directora intenta buscar sentimientos encontrados en el espectador con una ficción que no se aleja mucho de la realidad.
Seguíamos la jornada dentro de la sección Perlas con la película coreana Moving on de Yoon Dan-bi, premiada en el Festival de Busan con cuatro galardones.
Ya sea por el ritmo lento de la película o porque la historia no acaba de sernos atractiva del todo, la verdad es que nos ha dejado bastante fríos una vez hemos salido de la sala. Tiene sus pequeños momentos en el que desprende cierta emoción, sobretodo en las escenas con los pequeños y el abuelo, pero globalmente la balanza se inclina más hacia el tedio.
Y para cerrar la jornada, que mejor que verse la nueva serie de Rodrigo Sorogoyen de la que tanto se ha hablado durante estos últimos meses Antiditurbios.
Pero aún siendo el detonante inicial, la verdad es que la película pretende ir por otros derroteros, que si le buscamos un paralelismo con la realidad en este país seguro que encontramos más de una coincidencia. Primera vez que se sumerge en este formato serial para televisión y ha conseguido aprobarlo con creces. Ritmo, acción, drama, diversidad de hilos argumentales,... todo ello gracias a un reparto y una dirección excepcionales que harán de ella una de las que más se va a hablar en los siguientes meses. Muy recomendable.
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