Y el vudú llegó al blaxploitation...
- Título traducido: The House on Skull Mountain
- Director: Ron Honthaner
- Guión: Mildred Pares
- País: Estados Unidos Año: 1974 Duración: 89 min.
- Música: Jerrold Immel Fotografía: Monroe P. Askins
- Compañía: Chocolate Chip, Pinto, 20th Century Fox
- Intérpretes: Victor French, Janee Michelle, Jean Durand, Mike Evans, Xernona Clayton, Lloyd Nelson
- Género: Terror
La propietaria de una mansión en las afueras de Atlanta está a punto de fallecer y convoca a sus únicos cuatro herederos para que acudan a escuchar sus últimas palabras, pero llegan demasiado tarde. Tras el funeral, deberán esperar a la lectura del testamento para la repartición de la herencia, pero algo les acecha y comenzarán a ocurrir sucesos espeluznantes...
Así pues, el desarrollo de la misma incorpora músicas tribales, apariciones en mitad de la noche, posesiones y otros sucesos paranormales. Todo ello bañado con ese ambiente setentero repartido entre el chulito, la beata y la más sensata. El único en desacorde es el cuarto descendiente, ya que no es de raza negra, dándole un punto al guión para jugar con ello en las conversaciones que van manteniendo. Además, al hacer el papel de profesor en antropología y junto a las explicaciones del sirviente de la casa, van realizando algunos apuntes (semi) históricos sobre la cultura negra a lo largo del tiempo.
Aparte de esto, la película no tiene mucho más que aportar (y que quizá ya sea suficiente...). Todo es bastante previsible, las escenas de terror no lo son tanto y no hay una amenaza como tal que pueda causar malestar en el espectador. Eso sí, solamente por al ritual boogey vudú del final ya merece la pena concederle un visionado. Y como dije antes, este subgénero dio muchos títulos, no siendo éste uno de los más destacables, pero entretiene en su hora y media de duración, y ya es más que suficiente.
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