Y se alteró la entropía de los elementos...
- Título traducido: Tenet
- Director: Christopher Nolan
- Guión: Christopher Nolan
- País: Reino Unido Año: 2020 Duración: 150 min.
- Música: Ludwig Göransson Fotografía: Hoyte van Hoytema
- Compañía: Syncopy Production, Warner Bros.
- Intérpretes: John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh, Dimple Kapadia, Aaron Taylor-Johnson, Michael Caine, Clémence Poésy, Martin Donovan, Himesh Patel
- Género: Thriller, Acción, Ciencia Ficción
Sinopsis
La humanidad está en peligro por una inminente Guerra Mundial causada por algunas altas esferas que controlan la economía del planeta. Un agente de la CIA será puesto a prueba para comprobar si puede desempeñar la misión que pueda evitar el caos, pero en el momento en que es reclutado y le muestran que no se trata de armas hasta ahora conocidas, se dará cuenta que las normas establecidas hasta ahora no le servirán para nada en esta nueva incursión...
La humanidad está en peligro por una inminente Guerra Mundial causada por algunas altas esferas que controlan la economía del planeta. Un agente de la CIA será puesto a prueba para comprobar si puede desempeñar la misión que pueda evitar el caos, pero en el momento en que es reclutado y le muestran que no se trata de armas hasta ahora conocidas, se dará cuenta que las normas establecidas hasta ahora no le servirán para nada en esta nueva incursión...
Warner Bros
Por fin tenemos de vuelta al que quizá sea el director más megalómano que nos ha ofrecido el cine en estos últimos tiempos, con una película que de nuevo desafía al espectador dándole un par de vueltas de tuerca a las teorías de la física que tenemos establecidas y generando otro debate más sobre ello. Y es que para bien o para mal, en toda su trayectoria siempre ha tenido tanto detractores como idolatradores, siendo solamente unos pocos trabajos en los que ha podido tener de acuerdo al fandom. Lo que sí está claro es que tiene una calidad y potencial descomunales, demostrándolo aquí una vez más...
Tal y como nos tiene habituados normalmente, con los primeros minutos ya hace reincorporar al espectador en su butaca con una escena de acción a lo grande, acompañado de un Ludwig Göransson contundente que en conjunto y en progresión van aumentando el ritmo de lo que sucede en pantalla. Nos pone en alerta para lo que va a acontecer a continuación, ya que comenzará a desplegar las teorías en las que se fundamentará esta historia: la manipulación de la entropía de cualquier elemento haciendo que éste pueda actuar inversamente en el tiempo.
Quizá no sea sencillo asimilarlo a primeras, pero con la magnífica verborrea con la que nos baña durante los dos primeros tercios de la película será suficiente para poder adentrarnos en su pequeño universo, que acompañado de las escenas en las que se hace explícita esta teoría en pantalla, pues nos deja realmente atónitos. Solamente con imaginar en el trabajo para poder encajar correctamente todas esas paradojas junto a los hilos temporales y poder darle al conjunto una coherencia o continuidad al film, ya es algo de admirar.
Y aunque parezca algo complicado, al final tampoco es para llevarse las manos a la cabeza. Una vez te adaptas al nuevo medio, lo que más protagonismo tiene el guión es la trama de espionaje que lleva a nuestro protagonista a salvar la humanidad. Y es que la espinita que tiene Nolan de querer dirigir un Bond parece quedar reflejada aquí. Desde el carácter del personaje principal, su capacidad paramilitar, sus contactos, la chica,... todo está rodeado de una atmósfera que nos recuerda al mítico y genuino agente británico, aunque aquí lo hace de tapadillo.
Aún así, la película es otra genialidad más. Pocos fallos destacables se le pueden achacar, a pesar de que querer ser siempre demasiado ambicioso. Todas las escenas de acción están rodadas a lo grande, las localizaciones por todo el mundo son espectaculares y el tramo final tiene un montaje espectacular jugando al momento con diferentes líneas temporales. Todo ello con una banda sonora que destacábamos antes por su contundencia, a pesar de no ser de las mejores de su autor (Göransson, ya que para esta ocasión no ha contado con Hans Zimmer), y del fantástico aspecto visual de Hoytema, ya que es lo que define su cine. Quizá el punto menos fuerte sean las actuaciones. Son más que correctas, pero habiendo visto tanto a Washington, Branagh y Pattinson en otros trabajos, la verdad es que da la impresión de que pueden aportar algo más a sus personajes.
En definitiva, una espera que para los fans de este director como yo han visto compensada por otra magnífica obra. Seguramente no será de las mejores que ha hecho, pero sigue sorprendiendo como todas las que ha realizado en su carrera. Esperemos que siga sin bajar la guardia y continúe jugando con la ciencia (no) ficción tan espectacularmente como lo ha ido haciendo...
Quizá no sea sencillo asimilarlo a primeras, pero con la magnífica verborrea con la que nos baña durante los dos primeros tercios de la película será suficiente para poder adentrarnos en su pequeño universo, que acompañado de las escenas en las que se hace explícita esta teoría en pantalla, pues nos deja realmente atónitos. Solamente con imaginar en el trabajo para poder encajar correctamente todas esas paradojas junto a los hilos temporales y poder darle al conjunto una coherencia o continuidad al film, ya es algo de admirar.
Y aunque parezca algo complicado, al final tampoco es para llevarse las manos a la cabeza. Una vez te adaptas al nuevo medio, lo que más protagonismo tiene el guión es la trama de espionaje que lleva a nuestro protagonista a salvar la humanidad. Y es que la espinita que tiene Nolan de querer dirigir un Bond parece quedar reflejada aquí. Desde el carácter del personaje principal, su capacidad paramilitar, sus contactos, la chica,... todo está rodeado de una atmósfera que nos recuerda al mítico y genuino agente británico, aunque aquí lo hace de tapadillo.
Aún así, la película es otra genialidad más. Pocos fallos destacables se le pueden achacar, a pesar de que querer ser siempre demasiado ambicioso. Todas las escenas de acción están rodadas a lo grande, las localizaciones por todo el mundo son espectaculares y el tramo final tiene un montaje espectacular jugando al momento con diferentes líneas temporales. Todo ello con una banda sonora que destacábamos antes por su contundencia, a pesar de no ser de las mejores de su autor (Göransson, ya que para esta ocasión no ha contado con Hans Zimmer), y del fantástico aspecto visual de Hoytema, ya que es lo que define su cine. Quizá el punto menos fuerte sean las actuaciones. Son más que correctas, pero habiendo visto tanto a Washington, Branagh y Pattinson en otros trabajos, la verdad es que da la impresión de que pueden aportar algo más a sus personajes.
En definitiva, una espera que para los fans de este director como yo han visto compensada por otra magnífica obra. Seguramente no será de las mejores que ha hecho, pero sigue sorprendiendo como todas las que ha realizado en su carrera. Esperemos que siga sin bajar la guardia y continúe jugando con la ciencia (no) ficción tan espectacularmente como lo ha ido haciendo...
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