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TerrorMolins

25 septiembre, 2018

Zinemaldi 2018 ~ Día 4

La jornada de ayer fue la menos intensiva de estos cuatro días que llevamos de Festival, pero aún así los títulos que programamos en nuestra agenda fueron de lo más satisfactorios. Distintos en género, contenido y línea de tiempo, las tres propuestas que vimos dejaban cada uno su propio poso para comentar tras la sesión.

Comenzaba el día con una interesante película de época, La cahier Noir, producción francesa dirigida por la chilena Valeria Sarmiento, la cual entraba dentro de la Sección Oficial y que no ha dejado indiferente a nadie.

La historia nos sitúa a finales del siglo XVIII centrándose en las aventuras y desventuras recorridas por una joven sirvienta y al hijo de un noble que tiene a su cuidado. Las diversas situaciones y romances por los que pasan nos hacen recorrer los países que más destacaron históricamente en aquella época como Francia, Italia e Inglaterra, reflejando vida y costumbres que sucedían por aquel entonces. Con una ambientación bastante conseguida, la verdad es que más que el drama que toma como punto de partida y va desarrollando a lo largo del metraje, lo más interesante es la conversión que va sufriendo hacia un surrealismo cada vez más acentuado, terminando con un desenlace realmente irrisorio exageradamente sobreactuado por parte del reparto, que acaba como ironía definitiva al cine de época.

Otra de las maravillas que se proyectaron en la jornada de ayer fue Leto, de Kirill Serebrennikov. Película de producción rusa que formaba parte de la sección Perlas tras su paso por Cannes,  la cual dejaba muy buen sabor de boca. 

A principios de los ochenta aún se mantenía en Leningrado una política comunista que, aún llegando a su final y con un achacado desgaste, seguía siendo igual de restrictiva para con sus ciudadanos. Esta película nos cuenta la historia de unos jóvenes que aman el rock y de cómo vivieron aquella época intentando ser todo lo libres que podían (o que les dejaban). Triángulo amoroso con toques de drama en el fondo, lo más interesante aparte de querernos dar una idea de aquella sociedad son los momentos videoclip que de tanto en tanto se entremezclan dentro de la línea argumental y nos hacen bailar sentados a ritmo de algunos de los temas más conocidos de aquella época. Una visión que los amantes del glam rock apreciarán sin lugar a duda.

Y para terminar la jornada y dejarnos con la cabeza dándole vueltas a lo visto, la tan maravillosa como inclasificable In Fabric de Peter Strikland.

Quien no conozca a este director quizá pueda quedar sobresaltado al ver alguna de sus películas, sobretodo las de última cosecha. No hay ninguna duda que se está desmarcando con ese sello personal dentro del género y con ésta lo quiere dejar bien claro. Producida por un no menos interesante Ben Wheatley, el argumento se centra en una mujer separada que para salir adelante intenta rehacer su vida sentimental a través de citas a ciegas. Pero lo más interesante es cuando se compra un bonito vestido rojo en un centro comercial, ya que éste está maldito y por las noches cobra vida para asesinar sin piedad a quién tiene más cerca. Con esta desternillante e ingeniosa maniobra, Strickland nos hace un recorrido audiovisual con muchos grandes momentos cargados de humor negrísimo que seguramente no dejará indiferente a nadie. Critica la sociedad de consumo sin piedad y hace que nos autoevaluemos para posicionarnos dentro de la misma, haciéndonos pensar de lo que es realmente necesario. Tan brutal como interesante.

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