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TerrorMolins

23 septiembre, 2018

Zinemaldi 2018 ~ Día 2

Segunda jornada que vivimos de Festival, ésta ya íntegramente comenzando desde la primera sesión matinal con el pase para prensa, y con una programación que ya venía pisando fuerte. Cinco fueron los trabajos que seleccionamos para ver ayer, todos de distinta índole y con mucho jugo que sacar tras su visionado.

La primera de la mañana era el último trabajo del director español Rodrigo Sorogoyen, el cual coqueteaba con uno de los temas más candentes en la actualidad política de nuestro país, El Reino (2018). 

Aún dando vida a personajes que nada tienen que ver con la realidad, está claro que el director ataca la situación con referencias que ligaremos rápidamente a la trama de corrupción política que se ha estado viviendo durante los últimos años en este país. Un relato que nos muestra la desesperación de los implicados por querer mantener el tipo aún a sabiendas de las irregularidades cometidas, explicado con un ritmo frenético que va saltando del drama al thriller y al que incluye algunos toques de humor muy sugerentes. Con un fantástico reparto, hay que destacar sin duda la genial actuación de dos grandes como son el ya habitual Antonio de la Torre y a un Luís Zahera que se come la pantalla. Sensacional.

La siguiente en nuestra lista era la producción de origen argentino Rojo (2018), dirigida por el bonaerense Benjamín Naishtat.

Enmarcada en un contexto previo al golpe de estado que llevó al país a su última dictadura, la película nos muestra a partir de un relato poco convencional el estado de la sociedad en ese momento, así como una definición de sus personajes que nos llevan a crear una imagen de cómo se vivía y pensaba por aquel entonces. Surrealista por momentos y algo cómica en otros, el guión genialmente interpretado por sus principales actores (en especial Darío Grandinetti) no va más allá de seguir una línea de investigación basada en la corrupción y la desconfianza general, que en algunos tramos llega a hacerse bastante lenta.

La tercera película vista ayer fue otra gran obra muy a tener en cuenta para los galardones de finales de año. Se trataba de Cold War (2018), con la que su director Pawel Pawlikowski se alzaba con la Palma a Mejor Director en Cannes.

Tras el éxito conseguido con Ida (2013), este director se sumerge en un proyecto mucho más ambicioso aunque sigue manteniendo la misma línea de auteur volcada en la historia de su país. El relato se dilata en el tiempo desde los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial hasta el fin de la Guerra Fría, teniendo como protagonistas a una pareja cuyo amor es tan intenso como la imposibilidad de compartirlo juntos. Una historia algo vacua que se amedrenta además con la poca química existente entre los actores principales, pero que gracias a su fantástica factura técnica y sobretodo a su genial banda sonora hacen que nos olvidemos por un rato de su contenido, para así disfrutar sin tapujos de su continente.

Y desde Filipinas, el último trabajo del máximo exponente cinematográfico de su país, el cual vuelve a hacer crítica para sus adentros. Se trata de Alpha, the right to kill (2018) de Brillante Mendoza.

De nuevo el director se sumerge con un formato casi documental en los suburbios de la capital, Manila, para mostrarnos una visión del daño que está haciendo el tráfico de drogas en su país y de cómo ni tan siquiera las autoridades son ajenas a ello. Un duro relato centrado en un joven matrimonio que hace todo lo posible por subsistir en un país con demasiados contrastes políticos, religiosos y sociales. Aunque no sea su mejor trabajo, hay que tener en cuenta la arriesgada propuesta y la crudeza con la que nos la cuenta, tan habitual en sus películas.

Y para terminar la jornada otra de las esperadas por uno de los directores más queridos en este festival, Shoplifters (2018) de Hirozaku Koreeda.

Koreeda vuelve a mostrarnos una nueva visión sobre la familia y sus valores con un relato que poco a poco y sobretodo tras su desenlace va poniendo en jaque la moral del espectador hasta dejarnos con la incógnita de qué son realmente los vínculos afectivos. Narrada sutilmente pero sin aspavientos, poco a poco irá desgranando la situación de esta peculiar familia con un espectacular desarrollo de sus personajes y una historia de historias repleta de buenos momentos. Otra de las candidatas para optar al galardón al final de la semana.

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