Aunque el festival cierra hoy sus puertas con la proyección de The Golden Monk (Billy Chung, Wong Jing, 2017), Namiya (Han Jie, 2017) y Fist and Faith (Jiang Zhuoyuan, 2018), para nosotros ayer fue el último día que disfrutábamos de esta edición, haciendo las maletas y planificando ya el regreso para el año que viene.
Pero bueno, hagamos el repaso diario de lo que sucedió en la joranda de ayer, la cual comenzaba con la proyección del anime de origen japonés y de carácter futurista, Sword art online: Ordinal Scale (2017) de Tomohiko Ito.
Producto de la franquicia que lleva el mismo nombre y que ya tiene editados un buen número de mangas, animes y OVA's, la cual ya posee una gran legión de seguidores. Más allá de estar dirigida al sector más fan de la saga, hay que decir que para los no conocedores de la misma, la trama de la película funciona a la perfección, ya que es un episodio que por si solo, una vez explicadas las bases, su seguimiento es muy factible.
Y aunque hubiesen finalizado ya las sesiones retrospectivas del amigo Stephen Chow, a continuación se proyectó dentro de la Sección Oficial y totalmente acorde con la temática de este año, una película muy relacionada con la clásica Shaolin Soccer, recuperada y vista ya en esta edición. Se trata de la también loquísima Soccer Killer (2017) de Jeff Lau y Corey Yuen .
El mismo equipo que triunfó con aquella gran película en el año 2001 realiza ahora esta producción basada en otra variante del fútbol, mucho más antigua que la que conocemos actualmente, la cual tiene su origen en la China milenaria. Este deporte es utilizado para crear una competición en la que se pugnará por la propiedad de un territorio y en la cual participarán diferentes clanes, entre los que se encuentran un grupo de superheroes (guiño barato a Marvel), dioses y alguno que otro a cual más especialito. Muy inferior a Shaolin Soccer, esta entrega se pierde bastante entre tanta verborrea sin sentido y un humor que no cae tan simpático.
Y retomando la segunda parte de la jornada tras la ceremonia gastronómica del mediodía, muy a nuestro pesar tocaba la que fue la siesta del día, When sun meets sun (2018) de Benny Lau.
Sobre el papel se trataba de la comedia romántica del año, y aunque no lo pongamos en duda, la verdad es que se nos ha hecho muy pesada. Primero porque este género no nos hace mucha gracia y segundo porque parece recurrir a los tópicos de siempre (o es que vemos siempre lo mismo en estas películas). Quizá ese puntito astronómico le da algo de frescura, pero aún así no nos ha satisfecho nada.
Y para despejarnos y quitarnos la modorra de encima, que mejor forma de hacerlo que subir el ritmo cardíaco con otra de las producciones que más deseábamos ver este año, The wrath of silence del director Xin Yukun.
Sórdida en su forma y brutal en su fondo, esta película no ofrece ningún tipo de concesión al espectador, regalándonos un thriller en el que el poco uso de los diálogos hace que las imágenes aún cobren más fuerza. Espectaculares actuaciones para una historia que, si salimos de su línea principal, nos deja como segundo plato el escaparte de la situación en que se encuentran los habitantes chinos que trabajan para las empresas mineras en la periferia de las grandes ciudades. Imprescindible y otra candidata a llevarse el gato al agua.
Y por previsión de lluvia no pudimos tener una despedida como es debido en los jardines de la Bassa dels Hermanos, ya que tras la propuesta gastronómica donde se saborearon algunos platos indios amenizados con un espectáculo de de danza y música del escenario, la sesión nocturna se trasladó a los cines Vigatà para asegurarnos una proyección sin cortes. Así pues, tras la clausura de esta edición por parte de los miembros de la organización, vimos otra de las películas a las que también se ha dado bastante bombo durante los días previos al arranque del Festival, Baaghi 2 de Ahmed Khan.
No se esperaba menos de esta película y ofreció al público lo que vino a ver: romance, acción, bailoteos y un poco de humor. Para esta ocasión, nuestro protagonista se ha convertido en un militar de las fuerzas especiales que regresará para ayudar a su antigua amada a resolver un caso personal. Espectacular como siempre, el ridículo de las situaciones y exageración de las escenas de acción queda capeado por el ambiente tan festivo con el que público acoge estas producciones de Bollywood, del cual te contagias instantáneamente. Un divertimento de más de dos horas que se pasa sin darte cuenta.
Y si no era suficiente con la sesión de mamporros a lo loco que nos acababan de ofrecer, la película de la sesión golfa era para hincharse a reír (o llorar). Comenzaba con la proyección del cortometraje Mabo-Kyan V(2018) de Motoharu Takauji, perteneciente a la productora GIGA, la cual se anuncia como la única que hace película para adultos con superhéroes como protagonistas, y en el que hacía uso del subgénero tokusatsu para enseñarnos un par de domingas y algo de humor muy del estilo nipón. Tras la misma, una rareza dentro de la programación de este festival, Big boob sisters: The yellow panties of hapiness (2016) de Yoshikazu Kato.
Película erótica donde la pobre trama que hace servir como excusa para enseñar un par de domingas en la pantalla no tenía mucha gracia. A medida que iban avanzando los minutos se pudo ver como la gente huía a cuentagotas, y es que muchas ganas había que poner para poder aguantar este esperpento. Quizá es que por estos lares todavía no estamos preparados para este tipo de humor...
Y aunque el fin de fiestas no haya sido del todo agradable, la verdad es que el resto de la jornada y sobretodo del festival ha vuelto a estar de diez. Como siempre agradecer a la organización por todas las facilidades y atención que nos han dado y esperamos repetir el año que viene una vez más en esta cita fija de verano...
Bones nits!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario