La jornada de ayer se volvía a desdoblar en los dos espacios habilitados para esta edición del festival. Por una parte, en La Peni, se continuaba con la proyección de películas en sus sesiones dobles habituales, y por la otra, en La Gòtica, se dedicaba la tarde completamente a Haneke, autor y obra los cuales son el leitmotiv de este año.
Así pues, la primera doble sesión de la tarde comenzaba con la estadounidense Phoenix Forgotten de Justin Barber.
Para el espectador que todavía no se ha aburrido de los found footage, que sepan que aún existen valientes que intentar aportar algo nuevo a este subgénero. Esta película es una más de ellas, ubicando la historia a finales de los noventa donde se supone que cuatro jóvenes fueron abducidos por extraterrestres, contada a través de las cintas de vídeo encontradas. No está mal realizada, pero acaba siendo otra del montón.
La siguiente era la producción australiana Hounds of Love de Ben Young.
Basada en hechos reales que sucedieron en Perth en los años ochenta, donde una pareja de perturbados secuestraron a cuatro jóvenes para abusar de ellas y acabar asesinándolas, esta película nos sumerge en la mente de estos asesinos en serie que se tropezarán con su última víctima, la cual les hará entrar en un juego psicológico para poder salir de su cautiverio. Gran debut de este joven realizador que sabe sacar partido de sus pocos recursos y de una sensacional dirección de actores para traernos este contenido thriller siniestro. Sin ser explícito pero tampoco sutil, mantiene al espectador pegado a la silla de principio a fin.
Por otra parte, en La Gòtica se daban dos geniales charlas sobre el director austriaco y la posterior proyección de una de sus mejores películas, Caché (Michael Haneke, 2005). La primera de ellas era la ponencia Código Haneke.
Presentada y moderada por el director artístico del festival Albert Galera y acompañado de los críticos de cine Antonio José Navarro y Javier Marín, esta conferencia nos acercaba a la obra y figura del director, proponiéndonos una visión de su carrera y un análisis de su pensamiento, así de como queda reflejado en todo su cine. Una charla que por cuestiones de programa se tuvo que limitar a la hora exacta pero que si fuese por ellos y por los asistentes se podría haber alargado mucho más.
Y sin salir de la sala, se dio paso a la presentación y posterior charla del libro del festival, Michael Haneke, la estética del dolor, publicado por la editorial Hermenaute.
Como coordinador del mismo, Albert Galera tomaba de nuevo el micrófono para hacer una breve presentación, dando paso posteriormente al editor y a algunos de sus autores para que expusiesen tanto la idea de cómo llegó a gestarse el proyecto, así como de las bases o ideas que tomaron cada uno de ellos para desarrollar su capítulo correspondiente dentro de los seis que componen el ensayo.
Y volviendo de nuevo a La Peni para asistir a la segunda doble sesión de la jornada, comenzaba con la película Super Dark Times de Kevin Phillips.
Genial debut en el largometraje de este joven director que nos trae una propuesta realmente perturbadora. Finales de los noventa a un paso de la invasión de internet, un grupo de jóvenes de instituto haciendo pillerías y un detonante que hará temblar las relaciones entre ellos. Tomando esta pequeña premisa, veremos el proceso evolutivo de cómo una frágil mente puede llegar a convertirse en un psicópata de a pie. Muy bien dirigida y con unas actuaciones realmente convincentes, este viaje llevará al espectador desde un posible y agradable recuerdo de su adolescencia (para el caso de los que la hayamos superado) hasta la inquietud de su tramo intermedio y el terror de su final de fiesta. Contenida pero contundente, puede ser una de las claras candidatas al galardón del festival.
Y para rematar la tarde, la divertida Mayhem de Joe Lynch.
Destacable producción de bajo presupuesto que tiene como gancho al conocido actor Steven Yeun dentro de una premisa bastante estándar: una especie de virus infecta a los empleados de unas oficinas haciéndoles sacar lo peor de cada uno de ellos. Nuestro protagonista, por ello, se ha tomado como finalidad acabar con la junta directiva, pero para poder alcanzarlos deberá ir subiendo de nivel. Con mucha mala baba y salvando las distancias con otras producciones de más presupuesto, una vez se ha entrado en ella será un disfrute total. Muy por encima de la media dentro de su categoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario