Parece que se han ido dejando los mejores trabajos para tener un final de traca espectacular y rematar así esta edición del festival con lo mejor de cada casa. Bajo mi punto de vista y teniendo en cuenta la agenda de proyecciones que programé, ayer fue el primer día en que hice pleno de satisfacción a todas las películas que asistí.
Para comenzar la mañana, el último trabajo de una de las estrellas que más están reluciendo, The disaster artist de James Franco.
La película se basa en la gestación de la película The Room (Tommy Wiseau,2003) y todo lo que la rodeó, desde sus inicios hasta el inesperado éxito que tuvo dentro del público más alternativo. James Franco toma las riendas tanto detrás de las cámaras como delante de ellas, dotando al personaje de un dramatismo muy conseguido teniendo en cuenta la comicidad del material original y las particularidades de Wiseau. Un trabajo muy cuidado que, aunque tenga algunos toques de humor en su capa más externa, la seriedad y el tono que imprime en los personajes y en el propio desarrollo de la película hacen que el espectador conecte con la realidad que hay detrás de todo.
Después le llegó el turno a una de las Perlas, The Florida Project, de Sean Baker.
Utilizando a unos críos y sus juegos para desarrollar la película, poco a poco se van desvelando de forma sublime los problemas y la situación que les rodean, así como de una parte de la sociedad casi sin recursos y vulnerable al día a día. Aún con la dificultad que tiene rodar con niños, éstos lo hacen de forma tan natural y creíble que llegan directamente al espectador, conectando desde el primer minuto y emocionando en las escenas más duras.
Tras el parón para comer, la primera de la tarde era otro trabajo de la sección Perlas, Loveless de Andrey Zvyagintsev.
Lenta y sórdida en su desarrollo, esta película nos muestra la insensibilidad de unos padres que han perdido cualquier atisbo de afecto hacia ellos mismos y también hacia su hijo. Se va cocinando poco a poco una tragedia que desde los primeros minutos se sospecha, acelerando en el último tramo y creando cierta tensión para incomodar al espectador. Quizá haya cierta protesta hacia una sociedad que a día de hoy se está individualizando demasiado.
Y para terminar la jornada, una de las sorpresas de Rebordinos para la sección oficial de esta edición, dos episodios de la serie La peste, dirigida por Alberto Rodríguez.
Primera vez que sucede en este festival, y la verdad es que ha funcionado bastante bien. Concatenar dos episodios para que tengan formato de largometraje no ha sido ni mucho menos pesado. Teniendo en cuenta que este tipo de productos están creados para tener un desarrollo más largo, da la sensación de que ha gustado bastante. Buena ambientación, buenos personajes (quizá un Paco León fuera de sitio...) y una historia llena de misterios y acción. Esperando su estreno para continuar.
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