Valerian and the City of a Thousand Planets

Besson y sus mundos imaginarios...

• Título traducido: Valerian y la ciudad de los mil planetas
• Director: Luc Besson
• Guión: Luc Besson (Cómic: Pierre Christin, Jean-Claude Mézières)
• País: Francia Año: 2017 Duración: 137 min.
• Música: Alexandre Desplat  Fotografía: Thierry Arbogast
• Compañía: EuropaCorp, Fundamental Films, Grive Productions
• Intérpretes: Dane DeHaan, Cara Delevingne, Clive Owen, Ethan Hawke, Rihanna, Herbie Hancock, Rutger Hauer, Kris Wu, Emilie Livingston, Aurelien Gaya
• Género: Ciencia Ficción, Acción

Sinopsis
Tras una misión que parecía rutinaria, Valerian y Laureline se verán implicados en lo que parece ser una trama mucho más grande. Destinados a la estación Alpha para su siguiente trabajo, también llamada la Ciudad de los mil planetas, descubrirán que estaban en lo cierto e intentarán investigar que es lo que sucede...

Luc Besson ha vuelto a la ciencia ficción de mundos imaginarios repletos de creatividad y de aventuras espaciales, esta vez adaptando una de las series de novelas gráficas de origen franco-belga más famosas y más longevas, Valerian y Laureline (Christin y Mézières). Desde sus inicios a finales de los años 60, estas historias que tienen como protagonistas a dos agentes espacio-temporales han creado su pequeño fandom durante los más de 40 años que tiene de vida, solamente teniendo una adaptación para el mercado doméstico en formato de animación. Así pues, ya iba siendo hora de llevarlo a la gran pantalla, si merecidamente o no, ya lo decidirá el espectador...

Y es que para realizarla no se ha escatimado en gastos, siendo de momento la película más cara hecha en suelo europeo por una productora independiente, notándose la inversión (como no) en la creación de ese universo imaginario. Mucha gente quizá le encuentre cierto parecido estético a la genial El quinto elemento (1997) que el mismo Besson realizó, pero es perfectamente normal, ya que para aquella se precisó de la colaboración tanto de Moebius como del propio Mézières. Eso sí, aún siendo cautivado por las impactantes imágenes de los tráilers previo a su visionado, no hay que esperar que vaya a ser del mismo calibre que aquella.

Esta película es puro entretenimiento, del que hacía tiempo que no se veía en los cines, donde las aventuras y desventuras de unos jóvenes nos hacían pasar tan buenos ratos de niños (de aquellos que crecimos en los ochenta). No hay que esperar ninguna profundidad en ella, ya que el mejor Besson de Nikita (1990), León (1994) o la propia El quinto elemento (1997) no va a aparecer. Aquí tenemos la versión del director que nos lleva de viaje por sus mundos imaginarios con unos personajes que nos harán disfrutar de sus escenas de acción, de romanticismo juvenil e incluso de una crítica social y política encubierta sobre la integración y la tolerancia. Y en ese aspecto yo me lo he pasado bien.

Aunque eso sí, en mi opinión, la elección de los actores para los papeles principales quizá no haya sido la más acertada, siendo uno de los lastres por los que quizá no haya despegado del todo. Dane DaHaan está muy lejos de la genial interpretación que hizo en Chronicle (Josh Trank, 2012) y Cara Delevigne lejos de ser actriz. No se encuentra la química entre ellos en ningún momento e incluso hasta hay momentos demasiado forzados. La suerte ha venido dada precisamente por el gran elenco que les ha rodeado como secundarios, dotándoles precisamente del protagonismo que por si solos no encuentran.

Pero bueno, definitivamente el conjunto queda compacto y aunque el desarrollo tenga un pequeño bajón a mitad de película, acaba siendo muy entretenida. No he tenido la suerte de verla en 3D, pero según los comentarios leídos en internet se dice que es espectacular, y es que en muchas de las escenas se nota que han sido realizadas expresamente para esa inmersión. De momento no ha tenido la aceptación que quizá se tenía prevista, pero creo que aún así es una buena adaptación de la novela gráfica (y sin tener en cuenta ningún viaje temporal), aparte de demostrar que en el viejo continente también podemos hacer superproducciones...