Segundo año que asistimos a este Festival Nits de cinema oriental de Vic para pasar una semana que esperemos sea igual de fantástica o mejor que la edición anterior. El haber acabado con ese alto grado de satisfacción y sobretodo gracias a la organización, hemos vuelto para dejarnos llevar de nuevo por esos países lejanos a través del cine, los espectáculos y la cocina que nos van a ofrecer durante estos días.
Así pues, ayer dimos el pistoletazo de salida comenzando la jornada con una proyección especial dirigida al público más joven, una selección de cuatro cortometrajes de animación, producidos por el prestigioso estudio chino Shanghai Animation Film Studio el cual se fundó en 1947. Los tres monjes (San ge he shang, 1980), El niño y la flauta de bambú (Mu Di, 1963), ¿Dónde está mi madre? (Xiao Kedou Zhao Mama, 1960) y Los monos y la luna (Houzi lao yue, 1981).
Los cuatro cortos están realizados con técnicas de animación tradicional, utilizándose acuarela, trazo de lápiz y stop-motion con troquelados. Todas ellas explican cortas historias en sentido de fábula, basándose en refranes populares o sencillamente en relatos de carácter didáctico, utilizando como trasfondo elementos de la naturaleza. Una pequeña selección que para tener la edad que tienen se han conseguido restaurar o conservar perfectamente para poder disfrutarlos en pantalla grande.
Acto seguido se dio paso a la primera película de la retrospectiva, la cual está dedicada este año a las mujeres protagonistas en el cine de acción. Y como no, ese lujo se le ha concedido a la mítica actriz Michelle Yeoh acompañando a la no menos conocida Cynthia Rothrock en uno de esos títulos con los que prácticamente comenzaban su carrera, Yes, Madam! (Corey Yuen, 1985).
Sensacional pieza de culto para los aficionados al género. Con un loquísimo guión y unas coreografías de acelerados movimientos, marcaría las pautas para las películas que vendrían en los siguientes años. Vista en pantalla grande y sin tener fresco el recuerdo del vhs, a día de hoy se pueden apreciar otras cositas como el anárquico montaje, esa banda sonora que de tan psicotrónica a veces llega a ser hasta hipnótica e incluso el humor ochentero muy a lo Pajares y Esteso. En definitiva, una delicia.
Y tras el pequeño descanso para llenar el estómago, dentro de la Ruta Marco Polo se ha proyectado el documental Dragon Girls! Les amazones pop asiatiques (2016) del director francés Yves Montmayeur.
Este documentalista nos ofrece un viaje por varios países del este asiático para mostrarnos la evolución de los iconos femeninos, desde los inicios de su protagonismo en los años setenta hasta la presencia que en la nueva cultura popular siguen manteniendo e incluso aumentando. Toma como referencia la película Tigre y Dragón (Ang Lee, 2000), pero a través de las actrices entrevistadas va ofreciendo una visión más global, mencionando algunos títulos que aún me quedan por descubrir.
Posteriormente, en la misma biblioteca se ha inaugurado la exposición El supercartelista, la cual reúne varios de los carteles dibujados por Yuen Tai-Yung, que para quien no lo conozca fue el encargado de hacer la imagen de muchos de los grandes éxitos del cine de acción de Hong Kong en su época dorada.
Y ya de vuelta en los cines Vigatà y tras la proyección del corto Bittersweet memories (Adrià Guxens, 2016), hemos visto la primera película de la sección oficial a competición, la china Mountain Cry (2016) del director Larry Yang.
Película dramática que nos sitúa a mediados de los ochenta en un poblado rural chino, donde tras la muerte por accidente de un hombre se sucederán una serie de acontecimientos que crearán cierto revuelo entre los contados habitantes. Un ejemplo del renacer de una persona liberada tras toda una vida de maltratos, la cual desemboca en una crítica social hacia la intolerancia y el cinismo de las mentes más retrógradas. Todo ello añadiendo una genial fotografía que enmarca perfectamente los escenarios naturales que les rodean.
Y sin perder la tradición, la última parte de la jornada se ha vivido en los jardines de la Bassa de los Hermanos, donde mientras cenábamos un menú de comida china nos amenizaban con una exhibición de Tai-chi-chuan y la danza del dragón.
Para rematar la jornada se ha hecho la entrega del premio honorífico con un bonito homenaje a la actriz Qin Yi por su dilatada carrera ligada al mundo del cine, que a sus 96 años aún sigue con energía suficiente para seguir ligada a él. Tras el mismo se daba paso a la sesión cinéfila con el cortometraje canadiense A lightsaber fight (Stanton Chong, 2017) y la posterior proyección de la comedia Cook up a storm (2017) del director Ye Wei Min, la cual también entraba dentro de la sección oficial.
Entretenida película que utiliza el arte culinario para contar una historia de rivalidad entre dos cocineros con estilos distintos, el clásico contra el moderno. Una lucha que se transporta a sus vidas personales, dejándonos el mismo mensaje de siempre sobre los valores en la vida pero de una forma muy amena. Bien rodada, con muchos toques de humor y sobretodo con una fuerza visual que atrae al espectador.
Y esto fue lo que dio el día de ayer, que no es poco. Un gran comienzo de festival para afrontar la jornada siguiente con más ganas si cabe...
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