Split

McAvoy, McAvoy, McAvoy, ...

• Título traducido: Múltiple
• Director: M. Night Shyamalan
• Guión: M. Night Shyamalan
• País: Estados Unidos Año: 2016 Duración: 116 min.
• Música: West Dylan Thordson  Fotografía: Michael Gioulakis
• Compañía: Universal, Blinding Edge Pictures, Blumhouse Productions
• Intérpretes: James McAvoy, Anya Taylor Joy, Betty Buckley, Brad William Henke, Haley Lu Richardson, Sterling K. Brown, Kim Director, Sebastian Arcelus, Lyne Renee, Neal Huff, Jessica Sula
• Género: Thriller, Terror

Sinopsis
Kevin sufre un Trastorno de Identidad Disociativa del cual es consciente y por el que acude periódicamente a que la doctora Fletcher le realice un seguimiento. Ella está convencida de que las 23 identidades que viven dentro de su cabeza son completamente independientes, así que intenta darle un trato personalizado por cada una de ellas. Pero se dará cuenta que algo extraño sucede ya que uno de esos individuos está dominando a los demás...

Desde que Shyamalan se hiciera notar con la magnífica El sexto sentido (1999) y se le hubiese tratado como un nuevo prodigio para escribir y dirigir películas, o mas bien, para contar historias con un suspense muy heredero de los grandes de la historia del cine, a mi parecer no había realizado ningún trabajo equiparable... hasta ahora. Todo aquello que nos cautivó en su día lo volvemos a encontrar en esta Split, desde el genial tratamiento de los personajes hasta sus giros argumentales, los cuales son prácticamente una seña de identidad en la carrera de este director...

Pero a lo que también le debe mucho esta película por haber triunfado en crítica y en taquilla es a la excelente actuación de un sensacional James McAvoy, del que si alguien todavía tenía dudas sobre su capacidad interpretativa aquí demuestra con creces que es muy válido para cualquier registro. Resuelve con creces el difícil trabajo de intercambiar los personajes que conviven dentro del protagonista principal, diferenciándolos perfectamente con gesticulaciones, movimientos y tono vocal propios para cada uno de ellos.

El caso es que como siempre, el argumento sigue una línea dentro del universo que el director ha ido creando a lo largo de sus películas, en el que también jugará con el espectador para dirigirnos donde él quiere, dándonos falsas pistas y giros en el guión que esta vez sí vuelven a asombrarnos. Todo ello centrándose en un tema tan delicado como es un trastorno mental, que siendo una enfermedad real le dotará de mayor credibilidad a la historia y por supuesto generará más escepticismo.

Y este es el punto que más me ha gustado, el tratamiento del Trastorno de Identidad Disociativa no como una enfermedad, sino como una evolución del ser humano. La mente tiene aún muchos secretos por ser descubiertos y el planteamiento que nos hace es realmente genial, dándole mucha más importancia a la capacidad que tiene el protagonista para poder aislar perfectamente una identidad de otra y de cómo afecta incluso al físico, que no hacia un trastorno degenerativo o defectuoso para la persona.

El resto de hilos abiertos, sobretodo el de las compañeras de secuestro de la siempre genial Anya Taylor-Joy, me han parecido de puro trámite. Incluso diría que hasta son chirriantes, ya que tanto sus interpretaciones como las acciones que realizan son bastante decepcionantes y algo absurdas. Quizá haya sido así a propósito para generar más incertidumbre o darle más importancia a todo lo demás, no lo sé, pero en cualquier caso es el tramo que menos me ha gustado.

Por lo demás, pues no se puede comentar nada sobre ello sin desvelar lo mejor de la película. Solamente decir que el último tercio es una constante subida hacia la explosión final y que el cliffhanger que nos deja como regustillo una vez concluida nos dejará con muchas expectativas. A ver si es cierto que Shyamalan ha vuelto (aunque nunca se haya ido del todo) y que esta vez sea para quedarse...