En la jornada de ayer se daba comienzo a la Sección Oficial de largometrajes con tres propuestas que vienen de las américas, una estadounidense y dos canadienses, con temáticas diferentes dentro del género. Todas ellas traían consigo su correspondiente presentación por parte de alguno de los componentes del equipo, estando presentes en La Peni el director y la productora de The Unseen. Así pues, la tarde-noche se hizo bastante amena.
Se comenzó la sesión con la película estadounidense We go on de Jesse Holland y Andy Mitton.
Esta producción independiente me sorprendió para bien, ya que a un subgénero como es el de los fantasmas le añade algunos elementos bastante originales. La historia nos cuenta cómo Miles sufre varios trastornos por culpa de un hecho que le marcó desde la infancia, los cuales cree que subsanará convenciéndose de que hay vida más allá de la muerte. Para ello incentivará a cualquiera que pueda demostrarle que así es.
Con esta premisa ya tenemos un debate para ratificar los cuestionables poderes que tienen algunos que dicen saber contactar con el más allá, otros que son cazadores de fantasmas y otros tantos personajes varios... Pero esa búsqueda de la verdad no acaba solamente con esto, sino que aún va más allá. Una vez pasada esa primera parte, se reinicia la historia con un giro bastante original que nos llevará hasta un final poco previsible. Entre la seriedad y los toques de humor (que imprime magníficamente la conocida actriz Annette O'Toole para su papel de madre), en conjunto esta película es bastante solvente, haciéndose muy entretenida para el espectador.
La siguiente y tras la presentación en el escenario por parte del equipo, pudimos ver la canadiense The unseen de Geoff Redknap.
Ópera prima que escribe y dirige este joven realizador, el cual ha dedicado su carrera a trabajar en el departamento de maquillaje de otras producciones. Tal y como comentaba antes de la proyección, ésta no es una película totalmente de género, sino que es un drama con algunos toques que la hacen más fantástica. La historia se centra principalmente en un padre separado y su hija, a la cual no ve desde hace muchos años y que tras actuar de una forma inusual decide visitarla por petición de su madre para ver qué le sucede.
Tras un inicio muy interesante, donde ya se desvela el verdadero secreto del protagonista, la película entra en una espiral de complicadas situaciones que interferirán en su destino. Éstas se harán algo enfarragosas en su desarrollo, provocando que decaiga la intensidad inicial, pero que vuelve a reanimarse en el tramo final. Esa reinvención del clásico del hombre invisible utilizado como vehículo para contar la historia es muy original, así como los correctos efectos especiales utilizados para ello. Y es que aún haciéndose algo más difícil de digerir, esta película se hace muy entretenida.
Y la última de la noche ha sido otra canadiense, Let her out de Cody Calahan.
Esta película es algo más sencilla en su argumento aunque más movidita en su desarrollo. Para no desvelar mucho la sinopsis, decir que no es mas que las vivencias de una joven que sufre un problema de bipolaridad achacado a su macabro nacimiento. A partir de aquí es un recurrir a esos cambios de personalidad, hasta llegar al desenlace final donde veremos lo que ya se suponía que iba a pasar. Aún así, la película es bastante correcta, subiendo el nivel de atención en las escenas donde añade algún componente más sanguinario, los cuales provocaron algún que otro giro de cara en la sala. Una propuesta que cumple todos los requisitos para formar parte de este doblete nocturno que cierra la jornada...
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