Último día de festival para el que escribe, ya que las películas que proyectan mañana son las que he visto hoy (al menos de la Sección Oficial y Perlas), con lo que solamente queda la gala de clausura y la entrega de los premios correspondientes. Pero de momento, y tal y como supuse ayer, la película que me llevo de este festival es Arrival, que aunque no entre a concurso es lo mejor que he visto aquí e incluso diría que de todo este año (de momento...)
Pero de momento, para empezar la jornada, he ido a ver la producción argentina La larga noche de Franciso Sanctis de Francisco Márquez y Andrea Testa.
La película es un thriller muy contenido donde sufriremos las andaduras de nuestro protagonista Francisco, una persona cualquiera que se verá involucrada casi sin quererlo en un asunto de los servicios secretos argentinos. Continuamente estaremos a su lado en un trabajo interpretativo realmente genial por parte del actor principal, el cual expresará en cada momento la sensación de agobio que sufre su personaje por intentar dar solución al caso que se le ha presentado. Rodada completamente de noche, la realización se ve que está muy cuidada, creando la atmósfera necesaria y dotándola de un tempo adecuado para que el espectador se sienta atraído y al mismo tiempo cómplice de nuestro protagonista. Un acierto de película que tuvo su recompensa al ser presentada en Cannes.
Después ha sido el turno para Rage, la película de Lee Sang-il en la que tendremos como uno de los protagonistas al genial Ken Watanabe.
Curioso drama con toques de thriller en que el director nos sumergirá en tres historias distintas (y se podría decir que románticas) unidas por un mismo nexo: el parecido razonable de los personajes masculinos de cada una de ellas, con un asesino que se encuentra en busca y captura. En el momento en que las coincidencias comienzan a surgir se va incrementando la tensión, hasta llegar a un clímax en que el desenlace nos deja ver por fin quien estaba errado y quien no. Una película que podría haberse realizado con menos minutos de metraje, pero que la idea está realmente bien.
Y como no, lo más esperado y mejor de este festival, el último trabajo de Denis Villenueve, Arrival.
Espectacular trabajo que tiene una factura técnica tanto visual como sonora realmente sensacional. Las actuaciones son de diez y la historia es un verdadero acierto. Nos explica el procedimiento llevado a cabo por una experta en lenguajes y un científico que han sido reclamados por el ejército estadounidense para contactar con una raza extraterrestre que acaba de llegar a la Tierra. No solamente eso, sino que el resultado final es una combinación dramática con ciencia ficción lleva a la máxima expresión. Una muestra de lo que este director es capaz de hacer y que ya venía pidiendo a gritos su sitio con anteriores trabajos.
Y para terminar el festival, la propuesta que se ha escogido como película de clausura del mismo, The Odyssey de Jérome Salle.
Nos explica la vida del afamado oceanógrafo Jaques-Yves Cousteau y de como consiguió llevar a cabo su sueño de enseñar al mundo las maravillas que esconden los océanos. Sustentada principalmente por las geniales imágenes submarinas, la película no es más que un biopic cualquiera, el cual no tiene ningún tipo de énfasis para mantener al espectador alerta. Tras la primera hora de proyección se me ha hecho bastante larga, debido sobretodo a la repetición en la forma que tiene de contar las diferentes etapas de su vida. Demasiado poco para la gran importancia del personaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario