Hoy ha pesado el quedarnos ayer hasta el final de la sesión golfa y como penalización no hemos podido levantarnos para ver la primera película de la jornada, Killa (Avinash Arun, 2015). Una lástima, ya que aunque no fuese de género como nos gusta en este blog, la verdad es que habiendo visto el trailer en algún previo de este festival, parecía bastante interesante.
Eso sí, para la retrospectiva estábamos al pie del cañón preparados para la proyección de Gamera: The guardian of the Universe (Shusuke Kaneko, 1995).
La Toho volvió a apostar por este kaiju en 1995 tras un parón desde su última película de la serie Showa en 1980. Nuevos tiempos aunque intentando mantener el espíritu clásico de los Kaiju Eiga, al final acaba siendo otro despiporre más del género. Bastante entretenida aunque inferior a las vistas en este festival.
Y para la primera sesión de la tarde que entra en competición se ha proyecta Baaghi (Sabir Khan, 2016).
Un festival de película, como no podía ser de otra manera en este producto Bollywoodiense. No queda muy bien definido el género al que pertenece, ya que como el metraje es tan largo al final da para mucho. Comedia romántica y acción se fusionan en esta entretenida película en la que tampoco faltan los típicos bailes coreografiados y al estilo de videoclip musical. Excesiva en todo aunque el espectador acaba rindiéndose a sus pies por lo simpática que es.
Y acto seguido una de las que para nosotros es posible candidata a llevarse el gato al agua, Chongqing Hot Pot (Yang Qing, 2016).
Un thriller chino que aunque tenga algunas dosis de humor se ha de tomar muy en serio. Una realización espléndida para una historia que, aunque vista mil veces, acaba atrapando al espectador en la causa de los protagonistas. Muy a tener en cuenta.
Y tras la cena india que se ofrecía en los jardines de la Bassa, se ha proyectado también al aire libre 24 (Vikram Kumar, 2016).
Ha sido una de las sorpresas que nos hemos llevado en este festival. Estábamos esperando un producot Bollywood habitual y nos hemos encontrado con una maravilla de película que, aunque no pierda su identidad hindú, nos llena con una historia plagada de tramas y subtramas a cada cual más entretenida. Se ha notado que la gente la ha disfrutado pese a sus más de dos horas y media de duración.
Típica bizarrada japonesa que no sorprende en su argumento y sigue la línea de las demás de este género. Humor muy exclusivo, sangre y escenas surrealistas para una película que entretiene pero no mata. Más de lo mismo.
Y quien realmente ha dado la campanada ha sido esta selección de cortos, The best of Tetsudon (Varios, 2015).
Tras el genial previo que nos ha ofrecido su productor, Reji Hoshino, donde nos ha hecho cantar y gritar a lo loco con una simpatía desbordante, se ha dado el paso a esta selección de cortos. A cual de ellos más bizarro, desde el primer momento uno se da cuenta que estamos ante algo que no es normal. Eso sí, todo el público que aún aguantaba a las tantas de la mañana ha aplaudido y reído como en ningún momento se ha visto durante todo el festival. Muy, muy buen cierre para nosotros...
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