Tercer día de festival que para nosotros ha sido el más flojo en cuanto a contenido se refiere. Las películas han sido muy variadas y dirigidas a diferentes sectores de público, entre la mayoría de los cuales no se encontraban nuestras preferencias.
Para comenzar se ha proyectado en la sesión infantil Khuda-Yana (José L. Ucha Enríquez, 2016).
Una recopilación de episodios de esta serie de televisión que tiene la particularidad de haber sido producida conjuntamente entre Catalunya y Japón. Entretenida aunque completamente dirigida a público infantil, por lo que después de conocer mas o menos la trama ya no había cabida para más sorpresas..
Acto seguido en la sesión retrospectiva le ha tocado el turno a The Great Monster Duel: Gamera vs. Barugon (Shigeo Tanaka, 1966), titulada en España como Los monstruos del fin del mundo.
Un Kaiju Eiga no muy conocido el cual fue la continuación de la primera película de Gamera. Rodada ya en color aunque con unos efectos especiales no mucho más avanzados, esta parte tiene la particularidad de añadir un enemigo común, Barugon. La copia utilizada para la proyección tenía una calidad excelente y la hemos podido disfrutar en pantalla grande a base de bien.
Y tras el parón del mediodía, las (y los) jóvenes otaku han podido disfrutar de No longer heroine (Tsutomu Hanabusa, 2015).
Un shojo basado en el manga del mismo nombre, el cual tiene bastante éxito en el país nipón, que nos cuenta en clave de humor las desventuras amorosas de unos jóvenes de instituto. Ha sido otra de las que no hemos llegado a entrar en su juego y se nos ha atravesado bastante.
Aunque para mejorar la tarde tras el pequeño tropezón, acto seguido se ha proyectado el thriller coreano The deal (Son Yong-ho, 2015).
Quizá no sea tan contundente ni enrevesado como otros de su misma categoría, pero igualmente ha sido muy entretenido. Tiene buenas escenas de acción a ritmo de infarto y algún que otro momento de violencia explícita para no perder la atención del espectador en ningún momento. Siempre se agradecen películas como ésta en los festivales.
Y para dar por finalizada la jornada y tras una cena nepalí, se ha proyectado al aire libre Serdhak, the golden hill (Rajan Kathet, 2015).
Película rodada con presupuesto cero, la cual nos cuenta una pequeña historia que sirve para reflejar la vida que llevan los pocos habitantes de un pequeño pueblo nepalí. Retrato al que acompañan unos geniales paisajes de fondo mostrando la belleza de la zona.
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