Ésta es la primera vez que asistimos a este festival y la verdad es que ya desde el primer día nos hemos dado cuenta que no va a defraudar. Partiendo por la programación que ofrecen para todo tipo de público y acabando por los emplazamientos donde se proyectan las películas, así como la diversidad de actividades paralelas, podemos asegurar que se trata de algo que se aleja de lo convencional. Esperemos que siga sorprendiéndonos aún más a medida que avancen las jornadas.
De momento para empezar, una sesión infantil con entrada gratuita para todo el que haya querido pasarse por el Vigatà, Lupin III vs Detective Conan (Hajime Kamegaki,2013).
Este crossover entre dos de los animes más famosos era inevitable. Juntar al mejor ladrón con el mejor detective tenía que funcionar sí o sí, y la verdad es que no ha defraudado. Aunque hayan pasado tres años desde que vio la luz, no habíamos tenido oportunidad de verla y mucho menos en pantalla grande. Ha sido como una comunión entre los más veteranos que crecimos con Lupin y los más jóvenes que lo han hecho con Conan.
Acto seguido se ha proyectado la sesión retrospectiva con la que es la película por excelencia dentro de la temática de los Kaiju Eiga y que define el leitmotiv de esta edición del festival. Nada más y nada menos que Gojira (Ishirô Honda, 1954).
Poco o nada que decir sobre este clásico que seguramente todo espectador ya conoce. Eso sí, seguramente tener la oportunidad de verla en pantalla grande y en buena compañía pocas veces se presenta, con lo que ha sido un buen momento para aprovechar.
Y tras el parón para recargar las pilas con una buena comida , hemos vuelto a los cines Vigatà para ver el documental Songokumanía: el big bang del manga (Oriol Estrada,2016)
Una sesión que nos ha llevado de nuevo a nuestra infancia y recordar el boom que fue la llegada de este anime a nuestras tierras. La locura que se desató entre los de nuestra generación queda bien definida y explicada a través de varias entrevistas que se han recopilado en este documental. Un must see para aquellos que se declararon y se declaran todavía Songokumaniacos.
Y para comenzar con las proyecciones que entran a concurso en este festival, la película de animación The case of Hana and Alice (Shunji Iwai, 2015).
Ha sido una sorpresa ya que esperábamos un shojo convencional y nos hemos encontrado con una película muy diversa y entretenida. Dejando de un lado las diferentes técnicas utilizadas para realizarla, muy bien combinadas por cierto, la historia que nos explica atrapa tanto a jóvenes como adultos, con muchos detalles que la hacen destacar.
Y para acabar la jornada y justo después de disfrutar de cena japonesa en el recinto de la Bassa, hemos disfrutado de lo que para mí ha sido la mejor película del día, The Mohican comes home (Shuichi Okita, 2016)
Proyectada al aire libre y aún con unas condiciones climatológicas que no acompañaban mucho, la gente ha aguantado hasta el final de la misma. Una película catalogada como comedia pero que, aunque tenga sus toques de humor continuamente, creo que expresa mucho más. Un drama camuflado en el que viviremos los últimos momentos de un padre de familia que se apaga poco a poco por culpa de un cáncer incurable. Muy cuidada en todo detalle y con momentos realmente memorables.
Así pues, la primera jornada se ha dado por cerrada muy satisfactoriamente.
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