Pues esto ha llegado a su fin, como suele pasar con todo lo bueno. La verdad es que me ha sorprendido muy gratamente el festival, destacando principalmente la cercanía y la amabilidad tanto del gabinete de prensa como del resto del equipo organizativo (léase Irma y Eugenio). Un lujo que en otros eventos no suele apreciarse y que se agradece muy mucho.
Por otra parte, la comunión que ha habido entre los espectadores a los que une un mismo nexo que es la afición al cine de género, se ha visto reflejada en todas las sesiones. Tanto en la sección oficial como en las proyecciones paralelas se ha notado que la gente ha disfrutado de toda la programación, evocando esa gratitud que los directores que han estado presentes han recibido con mucho afecto.
Una programación que se ha dividido principalmente en dos de las salas de los cines Golem Alhóndiga. Una de ellas completamente gratuita y abierta al público, donde se han proyectado tanto clásicos como otras novedades del panorama actual; y otra que se ha dedicado prácticamente a la sección oficial, donde los espectadores que no tenían abono (el cual se vendía a un precio muy reducido) se han podido beneficiar de descuentos en el precio de la entrada, gracias a que coincidía con la famosa Fiesta del cine. Una estrategia perfecta que hay que agradecer una vez más a la organización.
En cuanto al contenido, pues ha sido muy variado para contentar a todo tipo de espectadores. Han habido algunos títulos que ya tenía vistos en otros festivales, pero la mayoría de ellos han sido nuevos para mí, incluyendo algunos estrenos tanto a nivel (casi) mundial como a nivel europeo o estatal, un aspecto que hay que tener en cuenta. Una programación que seguramente ha complicado la elección del jurado para otorgar los diferentes premios de las secciones a concurso, resultado que, como casi siempre, no suele coincidir con mis apuestas.
La lástima ha sido que no haya podido disfrutar al completo de esta 22ª edición del FANT, tema que me ha fastidiado mucho después de la atención recibida, pero que me ha servido para que el año que viene vuelva otra vez con todos los cabos bien atados y dar el máximo posible. Y es que después de lo vivido estos días, esta va a ser una cita más que a partir de ahora se añade a mi calendario con la etiqueta de obligatoria.
Muchas gracias y nos vemos el año que viene...
Por otra parte, la comunión que ha habido entre los espectadores a los que une un mismo nexo que es la afición al cine de género, se ha visto reflejada en todas las sesiones. Tanto en la sección oficial como en las proyecciones paralelas se ha notado que la gente ha disfrutado de toda la programación, evocando esa gratitud que los directores que han estado presentes han recibido con mucho afecto.
Una programación que se ha dividido principalmente en dos de las salas de los cines Golem Alhóndiga. Una de ellas completamente gratuita y abierta al público, donde se han proyectado tanto clásicos como otras novedades del panorama actual; y otra que se ha dedicado prácticamente a la sección oficial, donde los espectadores que no tenían abono (el cual se vendía a un precio muy reducido) se han podido beneficiar de descuentos en el precio de la entrada, gracias a que coincidía con la famosa Fiesta del cine. Una estrategia perfecta que hay que agradecer una vez más a la organización.
En cuanto al contenido, pues ha sido muy variado para contentar a todo tipo de espectadores. Han habido algunos títulos que ya tenía vistos en otros festivales, pero la mayoría de ellos han sido nuevos para mí, incluyendo algunos estrenos tanto a nivel (casi) mundial como a nivel europeo o estatal, un aspecto que hay que tener en cuenta. Una programación que seguramente ha complicado la elección del jurado para otorgar los diferentes premios de las secciones a concurso, resultado que, como casi siempre, no suele coincidir con mis apuestas.
La lástima ha sido que no haya podido disfrutar al completo de esta 22ª edición del FANT, tema que me ha fastidiado mucho después de la atención recibida, pero que me ha servido para que el año que viene vuelva otra vez con todos los cabos bien atados y dar el máximo posible. Y es que después de lo vivido estos días, esta va a ser una cita más que a partir de ahora se añade a mi calendario con la etiqueta de obligatoria.
Muchas gracias y nos vemos el año que viene...
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