Igor quiere ser protagonista...
- Título traducido: Victor Frankenstein
- Director: Paul McGuigan
- Guión: Max Landis, Mary Shelley (original)
- País: Estados Unidos Año: 2015
- Música: Craig Armstrong Fotografía: Fabian Wagner
- Compañía: Davis Entertainment, Twentieth Century Fox
- Intérpretes: Daniel Radcliffe, James McAvoy, Jessica Brown Findlay, Mark Gatiss, Andrew Scott, Louise Brealey, Alistair Petrie, Daniel Mays, Freddie Fox, Adrian Palmer, Adrian Schiller, Spencer Wilding
- Género: Drama,Thriller, Ciencia Ficción
Un payaso de circo no conoce otra vida más que la de la humillación y el maltrato de sus compañeros de trabajo. Pero en sus ratos libres se evade de la realidad, estudiando y aprendiendo lo que más le gusta, la anatomía. Esto le llevará a ser descubierto por Víctor Frankenstein, un joven estudiante de medicina que está a punto de cambiar los cánones de la vida, y que le rescatará de aquel infierno para que sea su ayudante en dicho experimento...
Y es que Paul McGuigan carga demasiado la película con técnicas que seguramente vienen influenciadas por haber dirigido, entre otros, algunos episodios de la genial serie Sherlock Holmes producida por la BBC. Quizá en otro ámbito hubiesen casado mejor (como en el otro genial Sherlock dirigido por Guy Ritchie), pero al no dejar claro qué tipo de línea sigue para el desarrollo de la misma, hacen que no añada valor alguno. Además, los actores están totalmente descompensados protagonizando sus papeles. Por una parte tenemos a un James McAvoy que parece no haberse desprendido de su genial trabajo en Filth, exagerando en todo momento la interpretación del doctor que para mí es totalmente innecesario. Muy chocante con la siempre mermada actitud de Daniel Radcliffe ante la pantalla, el cual quedará encasillado para siempre como alumno de Howarts.
Pero bueno, que al menos la película cumple con el cometido de no ser aburrida, aunque le sobren algunos minutos de las casi dos horas que dura. La ambientación está muy bien lograda, recreando un Londres de época muy auténtico tanto en los vestuarios como en los escenarios. Los efectos especiales generados para las criaturas también están muy bien conseguidos, coincidiendo justamente con las dos mejores partes de la película. Y como extra, la obsesión religiosa del inspector de Scotland Yard que se guía más por la vocación divina que por las legislación, es un punto que también me ha gustado mucho. Es el conjunto el que no acaba de funcionar, el estar perdido en algunos momentos y en seguir una línea demasiado básica para la fraternidad entre el mad doctor y su ayudante. No acaba de cuajar, aunque se deja ver sin problemas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario