We Are Still Here

Sólo por la Crampton hay que verla ...

• Título traducido: We Are Still Here
• Director: Ted Geoghegan
• Guión: Ted Geoghegan, Richard Griffin
• País: Estados Unidos Año: 2015
• Música: Wojciech Golczewski  Fotografía: Karim Hussain
• Compañía: Snowfort Pictures, Dark Sky Films
• Intérpretes: Barbara Crampton, Andrew Sensenig, Lisa Marie, Larry Fessenden, Monte Markham, Susan Gibney, Michael Patrick Nicholson
• Género: Terror

Sinopsis
Un matrimonio se acaba de mudar de la gran ciudad a una casita aislada en las afueras. El motivo es para intentar seguir adelante tras la cercana muerte de su único hijo, e intentar seguir adelante en un ambiente que no le recuerde a él. Pero al llegar, ella percibirá algo en la casa que le hará sentir su presencia, y reclamará la ayuda de unos amigos espiritistas para que le den una respuesta...

Este es el primer largometraje en el que este joven director se pone a los mandos detrás de las cámaras, ya que como escritor y productor tiene cierta experiencia en este mundillo. En esta película decide coger la batuta y llevar a la pantalla una historia propia, que aunque parezca que su sinopsis está bastante visitada ya en el género, tiene algunos cambios que la hacen más amena. Y aún teniendo un presupuesto no muy elevado, contar en el reparto con Barbara Crampton como actriz principal ya es un lujazo por el cual merece como mínimo un visionado...

Y es que el tema de las casas poseídas es un subgénero demasiado recurrente ya en muchas de las películas que hemos podido ver en estos últimos años. La pregunta es si realmente aún se le puede sacar cierto jugo o ya está explotado del todo, y aquí sigue habiendo más de lo mismo. Pero hay una pequeña diferencia que para mi la ha hecho más entretenida, y son los pequeños toques de humor que van apareciendo progresivamente. Con un comienzo un tanto desesperanzador, poco a poco se va haciendo más amigable y prometiendo un cambio para mejor, llegando a un final lejos de lo que se podría imaginar y añadiendo además un pequeño baño de sangre que hará disfrutar a más de uno.

Y aunque haya contado con muy poco dinero en su producción, se nota que la película se ha rodado con cariño. El director parece saber que es lo que quiere enseñarnos en cada momento, usando para ello un nada despreciable uso de la cámara. Aparte, los veteranos actores principales se lo trabajan muy bien, con esas entonaciones que bordean la línea entre la seriedad y la comicidad que tanto me han agradado. Y como colofón final, los efectos especiales y maquillaje están bastante bien conseguidos y no desentonan para nada, además de conseguir algunas escenas bastante divertidas.

En fin, que lo más grato de todo es ver que la Crampton sigue en forma y se cuenta con ella para trabajos nada desdeñables (las últimas películas que vi donde aparecía fueron Lords of Salem y You're next), aunque solamente sea para reivindicar la que fue una de las musas ochenteras de más de uno. Solamente por esa razón ya se merece al menos un visionado...