Intensa sería la palabra para definirla...
- Título traducido: Mad Max: Furia en la carretera
- Director: George Miller
- Guión: Nick Lathouris, Brendan McCarthy, George Miller
- País: Australia, USA Año: 2015
- Música: Junkie XL Fotografía: John Seale
- Compañía: Kennedy Miller Productions, Icon Productions
- Intérpretes: Tom Hardy, Charlize Theron, Nicholas Hoult, Hugh Keays-Byrne, Zoë Kravitz, Angus Sampson, Rosie Huntington-Whiteley, Riley Keough, Nathan Jones, Abbey Lee, Josh Helman, Courtney Eaton
- Género: Ciencia Ficción, Acción
Sinopsis
Max sigue su camino en soltario con el único propósito de sobrevivir al infierno post-apocalíptico en el que se se encuentra sumergida la humanidad. Pero es una tarea difícil para un solo hombre y caerá atrapado en manos de una de las tribus del vasto desierto. Mientras le están sometiendo a un duro cautiverio, una de las mejores soldados del grupo provoca la alarma rebelándose contra su jefe y llevándose con ella una mercancía muy preciada para él. Sin quererlo, Max se verá involucrado en dicha huída y deberá colaborar con ella para el bien mutuo...
Desde hacía casi dos décadas que el australiano George Miller llevaba dándole vueltas a darle una continuación a la saga que le dio la fama y que tanto nos gusta, Mad Max. Por diversos hechos externos al director (los cuales se pueden consultar en internete), hasta hace 4 o 5 años no se le pudo dar bandera verde para que dejara correr su imaginación, plasmándola en esta nueva entrega que se ha estrenado recientemente. Muchos hablaban de que era para aprovechar el tirón del resurgir ochentero en el cine, otros elucubraban si sería remake, secuela o ves a saber que, y otros tantos tenían esperanzas en ella pero con el miedo en el subconsciente de que fuese un fracaso para el fan más acérrimo anclado en sus viejos recuerdos del VHS. Pero ninguno de ellos dio en el clavo con sus predicciones...
George Miller se ha presentado de nuevo como director de acción tras pasar un largo periodo exiliado en el cine infantil (y con el cual ha recaudado más de un merecido reconocimiento) pero avalado con un presupuesto en condiciones para estos momentos que está viviendo el cine de hoy día y cierta libertad para mostrar en pantalla lo que él quisiera. Un blockbuster en toda regla que a diferencia de las demás producciones que revientan las taquillas, en esta de aquí se ha cuidado al máximo detalle cada segundo de rodaje. Y es que el director y co-guionista poco se ha abrumado al respecto y se ha dedicado a hacer lo que mejor sabe, sin desperdiciar ni un solo centavo del dinero recibido. A sus 70 años se puede comprobar que sigue en forma y con las ideas bien claras de lo que significa el cine de acción de grandes vuelos, el de siempre, el que nunca envejece.
Y es que toda la película es una lección magistral de cómo se debe hacer un buen trabajo, desde el guión, pasando por la dirección, fotografía, montaje, diseño de producción, ...todo. Se nota que sabe manejar la cámara, tal y como había hecho en aquellas lejanas tres primeras entregas y que ha sabido adaptar a unos tiempos más modernos, pero con esa huella clásica que nunca ha de perderse. Le ha dado vida a los personajes más que cualquier otra película de acción de hoy día, haciendo que hablen lo suficiente para dejar claras las intenciones. El resto del guión es la propia acción, el trabajo con las imágenes, todo el espectáculo visual, que por si solo nos está contando una genial historia. Y yo creo que ahí es donde está el secreto, ya que seguramente si se hubiese dejado como película muda, hubiese funcionado igual de bien.
Pero para que, por que quedarse ahí y no seguir adornando esta genial película con algo más para poder engrandecer el espectáculo. Pues claro que sí, pero tampoco de manera gratuita. Todas las coreografías explosivas, todo el atrezzo y vestuarios, todos y cada uno de los personajes debidamente maquillados,.. nada se ha hecho deliberadamente. Hasta la música compuesta por Junkie XL se involucra de tal manera que hacen que todo se fusione en un trabajo redondo y muy, muy disfrutable desde la butaca del cine con un pantallón enorme y un sistema de sonido que nos los ponga de corbata. Diría que hasta he podido apreciar el olor del queroseno quemado a través de la pantalla y el propio calor de las llamas en mi cara.
Y claro que tendrá sus (pequeños) fallos, pero quedan muy bien camuflados en las dos horas de metraje que, por cierto, se pasan volando. Mucha gente pensará que el cambio de actor protagonista haya sido poco acertado, pero quien se imagina a un Mel Gibson entrado en años volviendo a enfundarse el traje de Max. Sí, yo lo he echado de menos porque, aunque Hardy sea un gran actor, la interpretación que hizo Gibson en las tres anteriores entregas (sobretodo la segunda) fue magistral. Quizá también haya sido porque aquí Max no es el epicentro en el cual gira el resto de la historia, sino un elemento más, dándole solamente el protagonismo justo para una correcta continuidad de la misma. Aparte, Charlize Theron tiene tanta fuerza en la pantalla que eclipsa a todo el que la rodea...
Pero en fin, esta película no debe dejarse pasar sin verla en cines (y en especial si la sala posee un sistema de audio Dolby Atmos, para el cual se diseñó el sonido) ya que es un espectáculo visual y sonoro que lo merece. Aunque con un medio notable éxito de taquilla en su primera semana de estreno, el amigo Miller se ha abierto una cuenta en Twitter y nos ha asegurado que para el 2017 habrá otra entrega con más aventuras del amigo Max...Mad Max: The Wasteland. Aquí la espero mientras me preparo para ir al cine a ver una vez más esta cuarta entrega...
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