Aquellas genialidades por ordenador...
- Título traducido : Starfighter: La aventura comienza
- Director : Nick Castle
- Guión : Jonathan R. Bethuel
- Producción : Lorimar, Universal
- País : Estados Unidos Año : 1984
- Intérpretes : Lance Guest, Dan O'Herlihy, Catherine Mary Stewart, Robert Preston, Kay E. Kuter, Dan Mason, Chris Hebert
- Género : Aventuras, Ciencia Ficción
Sinopsis
Alex se encuentra atado a su hogar, una pequeña comunidad de vecinos que vive en un párking de autocaravanas. Él quiere salir de allí, estudiar fuera, tener una nueva vida, pero le es imposible. La única vía de evasión es jugar a un arcade de naves en el bar de la carretera, el cual domina a la perfección. Esa afición al videojuego le llevará a vivir una aventura extraordinaria que no espera...
Alex se encuentra atado a su hogar, una pequeña comunidad de vecinos que vive en un párking de autocaravanas. Él quiere salir de allí, estudiar fuera, tener una nueva vida, pero le es imposible. La única vía de evasión es jugar a un arcade de naves en el bar de la carretera, el cual domina a la perfección. Esa afición al videojuego le llevará a vivir una aventura extraordinaria que no espera...
No puedo llegar a comprender como he pasado tanto tiempo sin saber de esta película. Desde siempre me han gustado los filmes de ciencia ficción, sobretodo por los efectos especiales, pasando por la edad de oro de los '50 en Estados Unidos hasta el bombardeo digital que vivimos hoy en día. Este último ejemplo, quizá, no hubiese sido posible sin películas que arriesgaron en crear parte de sus escenas con gráficos generados por ordenador. El pistoletazo de salida se podría decir que lo dio Disney con Tron en 1982 (obviando pequeñas incursiones en películas como Westworld, Futureworld, Starwars,...). La vi de niño, y aunque poco entendí lo que querían explicarme, me quedé fascinado con aquellas secuencias animadas (por aquel entonces tenía un Spectrum y flipaba con aquellos gráficos...). Quizá si hubiese conocido la existencia de esta película de aventuras espaciales, aún lo habría alucinado un poco más si cabe.
Hay que decir que por aquel entonces no existía un software específico para la creación de estas secuencias animadas, sino que se programaban líneas y líneas de código para los casos concretos que se requerían en la película. Esto suponía un esfuerzo extra para salir adelante con el proyecto y mucha confianza por parte de los productores para seguir invirtiendo dinero, pero apostaron hasta el final y quedó un producto realmente genial.
La película está cortada por el mismo cliché de aventuras juveniles de los ochenta: tenemos un actor principal desanimado por algún motivo del entorno, pero gracias a un detonante inesperado, comienza a vivir una serie de aventuras inimaginables con un final hiper-mega-feliz (y por supuesto, una chica de por medio...) . Sí, todas son iguales, pero también todas tienen algo diferente que hacían que las viésemos una y otra vez hasta la saciedad (incluso ahora...). En este caso, además, podemos ver que al ser una película de aventuras en el espacio, bebe de otras grandes producciones como Star Wars, Star Trek o seriales tipo Buck Rogers en el siglo XXV, con lo que aún nos será más familiar.
Los actores son correctos y poco más. Los diálogos a veces demasiado infantiles, como algunas de las situaciones que viven, pero todo es normal teniendo en cuenta el sector al que iba dirigida. Quizá hay momentos demasiado histriónicos incluso para que puedan ser absorbidos por una mente adulta, pero quedan que ni pintados. Aún y todo, no se hace pesada en ningún momento, ya que se le imprime un ritmo a la película muy bien llevado y no deja que decaiga la atención.
La banda sonora, muy similar en algunos momentos a las compuestas por el señor Williams, acompaña bastante bien a las imágenes sin desentonar, subiendo y bajando cuando lo precisan las emociones que se están viviendo.
Quizá la esté viendo con buenos ojos y me haya fascinado el grato descubrimiento que he hecho con esta película (gracias a una reedición en BluRay) pero la hora y cuarenta minutos que dura he sido transportado de nuevo a aquella época como niño babeando en el cine con las aventuras y desventuras de un nuevo ídolo que se aparecía en la gran pantalla...
Hay que decir que por aquel entonces no existía un software específico para la creación de estas secuencias animadas, sino que se programaban líneas y líneas de código para los casos concretos que se requerían en la película. Esto suponía un esfuerzo extra para salir adelante con el proyecto y mucha confianza por parte de los productores para seguir invirtiendo dinero, pero apostaron hasta el final y quedó un producto realmente genial.
La película está cortada por el mismo cliché de aventuras juveniles de los ochenta: tenemos un actor principal desanimado por algún motivo del entorno, pero gracias a un detonante inesperado, comienza a vivir una serie de aventuras inimaginables con un final hiper-mega-feliz (y por supuesto, una chica de por medio...) . Sí, todas son iguales, pero también todas tienen algo diferente que hacían que las viésemos una y otra vez hasta la saciedad (incluso ahora...). En este caso, además, podemos ver que al ser una película de aventuras en el espacio, bebe de otras grandes producciones como Star Wars, Star Trek o seriales tipo Buck Rogers en el siglo XXV, con lo que aún nos será más familiar.
Los actores son correctos y poco más. Los diálogos a veces demasiado infantiles, como algunas de las situaciones que viven, pero todo es normal teniendo en cuenta el sector al que iba dirigida. Quizá hay momentos demasiado histriónicos incluso para que puedan ser absorbidos por una mente adulta, pero quedan que ni pintados. Aún y todo, no se hace pesada en ningún momento, ya que se le imprime un ritmo a la película muy bien llevado y no deja que decaiga la atención.
La banda sonora, muy similar en algunos momentos a las compuestas por el señor Williams, acompaña bastante bien a las imágenes sin desentonar, subiendo y bajando cuando lo precisan las emociones que se están viviendo.
Quizá la esté viendo con buenos ojos y me haya fascinado el grato descubrimiento que he hecho con esta película (gracias a una reedición en BluRay) pero la hora y cuarenta minutos que dura he sido transportado de nuevo a aquella época como niño babeando en el cine con las aventuras y desventuras de un nuevo ídolo que se aparecía en la gran pantalla...
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