Festival hemoglobínico....y ya
- Título traducido : Posesión infernal
- Director : Fede Álvarez
- Guión : Fede Álvarez, Diablo Cody, Rodo Sayagues, Raimi (original)
- Producción : FilmDistrict, Ghost House
- País : Estados Unidos Año : 2013
- Intérpretes : Jane Levy, Shiloh Fernández, Lou Taylor Pucci, Jessica Lucas, Elizabeth Blackmore
- Género : Terror
Sinopsis
Cinco jóvenes van a pasar unos días a una cabaña en el bosque para ayudar a que una de ellos se rehabilite de su adicción a las drogas. Acusados por un fuerte olor, verán que en el sótano se han realizado extrañas atrocidades con animales, los cuales permanecen aún colgados del techo. Allí encontrarán también un libro, lleno de dibujos macabros y escrituras en extrañas lenguas con pequeñas traducciones, que al leerlas, convocarán al mismo demonio. A partir de aquí, comenzarán a experimentar la presencia del mal entre ellos...
Cinco jóvenes van a pasar unos días a una cabaña en el bosque para ayudar a que una de ellos se rehabilite de su adicción a las drogas. Acusados por un fuerte olor, verán que en el sótano se han realizado extrañas atrocidades con animales, los cuales permanecen aún colgados del techo. Allí encontrarán también un libro, lleno de dibujos macabros y escrituras en extrañas lenguas con pequeñas traducciones, que al leerlas, convocarán al mismo demonio. A partir de aquí, comenzarán a experimentar la presencia del mal entre ellos...
Quien le iba a decir a Sam Raimi que su primera (y costosa de terminar) película tendría tanta fama que incluso pasados 32 años desde su estreno, sufriría un segundo remake (Evil Dead II sería el primero). Aunque para ser exactos, más que remake se le podría denominar reboot, ya que el joven director y también co-guionista Fede Álvarez reinventa de nuevo el libreto, eso sí, tomando como base el original.
Producida por el trío que dio origen a la saga (Raimi, Campbell y Tapert) y con un presupuesto de casi 15 millones de dólares, llevan a cabo esta siempre difícil tarea de tirar adelante con un proyecto que crece bajo la alargada sombra de un clásico del género...
Desde que supe la noticia, he intentado esquivar todo lo posible cualquier tipo de información que pudiese desvelar algún indicio de lo que sería esta película (casi siempre lo hago con todo lo que me interesa). Así pues, ajeno a críticas y opiniones después de su estreno en otros países, he ido a verla al cine. Eso sí, sin cometer el error de intentar equipararla con la obra original a nivel cualitativo, sino hacer una comparativa solamente argumental.
Antes comentaba el cambio de la etiqueta remake por la de reboot, y es que lo único que recoge de su maestra es lo mínimo: 5 jóvenes en la cabaña del bosque y posesiones demoníacas (aparte de unos cuantos guiños...). Todo lo demás está reinventado, o mejor dicho, remezclado. No es que la primera tuviese mucho más que explicar, pero sí en la manera de hacerlo. Digo esto porque durante su visionado nos vendrán a la memoria secuencias de otras grandes películas del género con las que hace un mix y lo lleva a su terreno, nada que ver con la original.
Y es que la película en sí no pasa del entretenimiento. Con un inicio en el que nos presentan los personajes y la situación por la que se encuentran allí (un tanto forzado, a mi parecer, para poder darle coherencia a la trama), una vez llegamos al detonante el esquema es repetitivo por cada uno de ellos de manera cíclica. Así, cuando se ha hecho hincapié en todos, llegamos a un final donde vuelve a retomar un nuevo hilo para mostrarnos algo distinto. Y se termina.
Sin toques de humor, esta nueva versión es más seria y mucho más sanguinaria. Quizá para suplir la falta de fuerza en la historia, tira de un festival gore nada (o poco) visto anteriormente en salas comerciales, pero que el aficionado al género ya está, si mas no, curado de espanto. Con esto, y una buena dosis de sustos modernos a golpe de altavoz, hace que sea llamativa al sector adolescente/juvenil, el cual seguro queda sorprendido ante tal espectáculo y que saldrá satisfecho tras comprobar que lo que reza el cartel de la película es bien cierto.
La factura visual es muy correcta, aunque hay que decir que sigue teniendo la misma fotografía que la de Raimi, con esos primeros planos y esos movimientos de cámara en posiciones poco habituales. No hay que desmerecer, por eso, el impoluto trabajo que hace este joven realizador, ya que consigue llegar a generar ciertas sensaciones de incomodidad en el espectador. Quizá achacar un poco lo plano en el trabajo de los actores, pero para lo que tienen que ejercer en arte dramático, no se les debe pedir más.
No es una mala película, pero no pasará a la historia. Lo que me parece curioso es el nivel al que se ha llegado actualmente en las películas de terror de este tipo, donde se deja en un segundo plano el contar una buena historia en pos de lo efectista, cada vez más explícito. ¿Nos estaremos acercando al momento en que los trabajos que se veían solamente en festivales dedicados pasarán a formar parte del circuito comercial convencional? Si es así, habrá que ver donde se marcan los límites...
Producida por el trío que dio origen a la saga (Raimi, Campbell y Tapert) y con un presupuesto de casi 15 millones de dólares, llevan a cabo esta siempre difícil tarea de tirar adelante con un proyecto que crece bajo la alargada sombra de un clásico del género...
Desde que supe la noticia, he intentado esquivar todo lo posible cualquier tipo de información que pudiese desvelar algún indicio de lo que sería esta película (casi siempre lo hago con todo lo que me interesa). Así pues, ajeno a críticas y opiniones después de su estreno en otros países, he ido a verla al cine. Eso sí, sin cometer el error de intentar equipararla con la obra original a nivel cualitativo, sino hacer una comparativa solamente argumental.
Antes comentaba el cambio de la etiqueta remake por la de reboot, y es que lo único que recoge de su maestra es lo mínimo: 5 jóvenes en la cabaña del bosque y posesiones demoníacas (aparte de unos cuantos guiños...). Todo lo demás está reinventado, o mejor dicho, remezclado. No es que la primera tuviese mucho más que explicar, pero sí en la manera de hacerlo. Digo esto porque durante su visionado nos vendrán a la memoria secuencias de otras grandes películas del género con las que hace un mix y lo lleva a su terreno, nada que ver con la original.
Y es que la película en sí no pasa del entretenimiento. Con un inicio en el que nos presentan los personajes y la situación por la que se encuentran allí (un tanto forzado, a mi parecer, para poder darle coherencia a la trama), una vez llegamos al detonante el esquema es repetitivo por cada uno de ellos de manera cíclica. Así, cuando se ha hecho hincapié en todos, llegamos a un final donde vuelve a retomar un nuevo hilo para mostrarnos algo distinto. Y se termina.
Sin toques de humor, esta nueva versión es más seria y mucho más sanguinaria. Quizá para suplir la falta de fuerza en la historia, tira de un festival gore nada (o poco) visto anteriormente en salas comerciales, pero que el aficionado al género ya está, si mas no, curado de espanto. Con esto, y una buena dosis de sustos modernos a golpe de altavoz, hace que sea llamativa al sector adolescente/juvenil, el cual seguro queda sorprendido ante tal espectáculo y que saldrá satisfecho tras comprobar que lo que reza el cartel de la película es bien cierto.
La factura visual es muy correcta, aunque hay que decir que sigue teniendo la misma fotografía que la de Raimi, con esos primeros planos y esos movimientos de cámara en posiciones poco habituales. No hay que desmerecer, por eso, el impoluto trabajo que hace este joven realizador, ya que consigue llegar a generar ciertas sensaciones de incomodidad en el espectador. Quizá achacar un poco lo plano en el trabajo de los actores, pero para lo que tienen que ejercer en arte dramático, no se les debe pedir más.
No es una mala película, pero no pasará a la historia. Lo que me parece curioso es el nivel al que se ha llegado actualmente en las películas de terror de este tipo, donde se deja en un segundo plano el contar una buena historia en pos de lo efectista, cada vez más explícito. ¿Nos estaremos acercando al momento en que los trabajos que se veían solamente en festivales dedicados pasarán a formar parte del circuito comercial convencional? Si es así, habrá que ver donde se marcan los límites...
No hay comentarios:
Publicar un comentario