The gingerdead man

La galleta asesina viene a por ti

• Título original : The gingerdead man
• Director : Charles Band
• Guión : William Butler, August White
• Producción : Full Moon, Shoot, Talos
• País : Estados Unidos Año : 2005
• Intérpretes : Garey Busey, Robin Sidney, Ryan Locke, Alexia Aleman, Larry Cedar, Jonathan Chase, Margaret Blye
• Género : Comedia, Terror

Sinopsis
Tras haber matado a su padre y su hermano, Sarah declara en contra de Millard, un asesino desequilibrado mentalmente. El juicio se resuelve con pena de muerte en la silla eléctrica, pero antes de morir, Millard promete volver gracias a la magia negra que practica su madre. Lo hará, pero en una forma un tanto peculiar...

Charles Band y Full Moon Productions, una relación que se me antoja irresistible. No puedo evitar el ver esta combinación de nombres sin que me entren ganas de conseguir la película para poder alimentar mi mente. Que le vamos a hacer, tengo un afán irreductible por la caspa y la serie B. Y para no ser menos, este título cumple todas las expectativas deseadas.

La historia que nos trae es muy similar a otras películas donde tenemos a un objeto asesino que hará la vida imposible a nuestros protagonistas. Charles Band tiene cierta afinidad a este tipo de argumentos, ya que aparte de ésta, ha creado varias franquicias similares, como The puppet master. Aquí el delirio viene por parte de una típica galleta que se consume en Estados Unidos para ciertos eventos, el hombre de gengibre, la cual estará poseída por el espíritu de un malvadísimo asesino implacable.

Toda la película se desarrolla en el interior de una panadería. Aquí ya se puede apreciar la mucha falta de dinero para poder tener unos decorados en condiciones. La atmósfera que intentan crear es pésima, con unos movimientos de cámara y una serie de planos mal imitados, que la dejan muy por debajo de los niveles mínimos. Y si a esto le sumamos el aire retro ochentero que le quieren dar y la poca seriedad con la que se lo toman, nos queda un producto digno de cualquier aficionado a la basurilla.

Del guión y los actores casi que no hace falta ni hablar. Los diálogos son infantiles y absurdos, llevándonos muchas veces a líneas que no tienen nada que ver con el desarrollo de la película. Y si encima los pones en boca de actores que no tienen ningún conocimiento en arte dramático, todo se convierte en un festival. Ni tan siquiera el desdichado Garey Busey destaca como tuerto en el país de los ciegos (aunque aparezca muy poco).

Sólo me queda hablar de lo que realmente atrae de esta película, el muñeco asesino de gengibre. Fabricado como se hacía antaño, a manija y sin computadores, esta creación casera queda muy simpática (para mi gusto). Animada con cuatro alambres y realizando escasos movimientos, tendrá sus momentos a lo largo del film, aunque muy escasamente.

Y este es el punto más flojo. Porque teniendo en cuenta el tipo de película que se está tratando, se echa de menos más apariciones del principal protagonista, a su vez leitmotiv de la misma. Igualmente, un poquito más de sangre y/o pechugas no estarían mal, ya que son los principales ingredientes para este tipo de comedias terroríficas.

Aún así, la saga ha continuado, ya que el año pasado salió a la venta la tercera entrega, donde nuestro amiguete viaja al pasado, en concreto a 1976, para sembrar el terror de los disco dancers....pero eso es otra historia.