15 octubre, 2016
Posiblemente esta penúltima jornada haya sido la mejor de todo el festival en cuanto a películas vistas. Ninguna de ellas ha decepcionado, e incluso hasta me atrevería a decir que muchas de ellas serán candidatas a premio, ya se verá. Fuera de las salas de cine, lo más destacado ha sido la presencia de Dolph Lungdren, el cual venía al festival para recibir un premio honorífico y a parte presentar la película Don't kill it junto a su director Mike Mendez. Pero pasemos al resumen de las películas vistas...
Quizá haya sido la más esperada para mí de esta edición, añadiendo además que ha sido con la que he empezado la jornada y estaba más fresco, The Neon Demon de Nicolas Winding Refn.
Este director vuelve a sorprender con una película que tiene una factura técnica impecable. Su estilo narrativo, apoyado en gran parte por la estética visual y por su banda sonora, nos recuerda algo a su anterior trabajo, Only God Forgives (2013), pero esta vez aún juega mucho más con esos elementos. Está claro que su forma de rodar no deja indiferente a nadie, ya sea para bien o para mal, pero los que estamos a favor lo hemos disfrutado bastante. Ataca temas de ferviente horror con una sutileza y clase excepcionales, muy influido por los mejores giallos de Argento y compañía, sin cortarse un pelo. No me extraña que en Cannes la vapulearan de mala manera, seguramente porque es un festival al que no le correspondía estar presente, pero aquí se le ha acogido con los brazos abiertos...
El turno siguiente ha sido para la inglesa Prevenge de Alice Lowe.
Es la ópera prima como directora de esta actriz cómica que ya sorprendiera también escribiendo el guión y protagonizando Sightseers (Ben Wheatley, 2012), donde irónicamente y cargada de humor negro nos relataba las aventuras de una extraña pareja que descubren el amor en su mediana edad. Aquí se atreve también a ponerse detrás de las cámaras y hay que decir que, aunque tenga alguna parte irregular en la parte central, la verdad es que es muy positiva. Utilizando la misma línea, nos explica cómo una mujer embarazada buscará respuestas a la desaparición de su marido. Cargadísima de momentos realmente macabros e irónicos, la película en su conjunto es muy entretenida.
Y la rareza del día ha sido Operation Avalanche de Matt Johnson.
No es la primera vez que se trata el tema de la conquista del espacio como si hubiese sido un fake para así poder ganar la carrera que se disputaban soviéticos y norteamericanos. En este mockumentary se aferran de nuevo a esa teoría, en que nos explican que la llegada del hombre a la luna fue un montaje realizado en algún estudio de cine escondido en un lugar secreto. El principal problema que le veo a la cinta es que no sabe como tratarse, si seriamente o en plan comedieta, dejando al espectador algo confuso en ese aspecto. Y eso que el planteamiento no está mal y tiene momentos realmente buenos, pero quizá se hayan sobrepasado en intentar tomarse más en serio de lo que realmente es.
Y para que no se hiciera extraño el día sin incluir ninguna película asiática, la siguiente ha sido Tunnel de Kim Seong-hun.
Sensacional thriller donde nos cuenta la historia de un hombre que queda atrapado en el interior de un túnel, el cual se derrumba justo en el momento que lo cruza. Aunque parezca mentira, las más de dos horas que dura se pasan volando, dando de sí un tema que a priori tampoco pareciese que podía sacársele tanto jugo. Como toda película coreana tiene sus momentos cómicos, sus momentos entrañables y sus momentos de sufrimiento. Una verdadera delicia para el espectador que desde el minuto cero entra en conexión con nuestro protagonista.
Y otra de las películas que venían con su previo aplauso mediático ha sido Swiss Army Man de Daniel Scheinert y Daniel Kwan.
Curiosa película que cumple con todos los requisitos del cine de género. Protagonizada por un increíble Radcliffe en su papel más surrealista, nos cuenta la historia de un joven náufrago que, a punto de suicidarse al perder toda esperanza, decide posponer su muerte al encntrarse con el cuerpo de un muerto, el cual da algunas señales de vida. Tan absurda como entrañable, esta película nos lleva por un viaje de esperanza y de ganas de vivir la vida utilizando para ello elementos políticamente incorrectos como pueden ser las flatulencias. Una verdadera sorpresa, muy entretenida y con una merecida revisión posterior.
Y para terminar la jornada antes de ir a la cama nada mejor que el documental Le complexe de Frankenstein de Gilles Penso y Alexandre Poncet.
Es un repaso a la historia de los efectos especiales artesanales en el cine hasta la llegada de los CGI. Iremos descubriendo muchos de sus secretos y anécdotas explicados de mano de los mejores y más famosos especialistas en el tema. Una verdadera delicia para quien haya vivido toda esa época con tanto cariño como yo.
Reviews en siguientes entradas...
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