Título traducido: Expediente Warren: El caso de Enfield
Director: James Wan
Guión: Carey Hayes, Chad Hayes
País: Estados Unidos Año: 2016
Música: Joseph Bishara Fotografía: Don Burgess
Compañía: Evergreen, New Line Cinema, Safran
Intérpretes: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Frances O'Connor, Madison Wolfe, Lauren Esposito, Patrick McAuley, Benjamin Haigh, Maria Doyle Kennedy, Simon Delaney, Franka Potente, Simon McBurney
Sinopsis Los Warren han sido reclamados para evaluar si un aparente caso de poltergeist que se ha producido en Enfield, Inglaterra, es real o es una tomadura de pelo. Se desplazarán con su equipo habitual para realizar un estudio completo de los hechos y poder concretar la existencia del posible ente que les está atormentando. Pero a medida que pasan tiempo con la familia afectada, se darán cuenta que va más allá de una simple perturbación...
Tras haber comunicado que ya no estaba dispuesto a realizar más películas de terror, James Wan desmiente sus propias palabras y nos deleita con la continuación del que ha sido uno de sus mejores trabajos. Con la misma estructura de fondo pero cambiando mucho más la forma, en esta entrega ha querido profundizar dentro de la relación sentimental y humana que une a los Warren, aunque no por ello haya dejado de lado el formato del susto que tan bien sabe manejar...
Wan confecciona una película que, aunque con todos los ingredientes del género de terror, mantiene un ligero drama oculto dentro de sus líneas en el que nos desvela el romanticismo existente entre el matrimonio Warren. Hace hincapié de ello en alguna que otra escena transitoria donde se puede comprobar explícitamente esa conexión, pero que no por ello disminuye la intensidad en el desarrollo. Es otro punto de vista desde el que se puede observar esta película, que cuenta más de lo que parece.
Y es que al final, quien es habitual al género de terror lo que quiere es ver un espectáculo que le haga saltar de la butaca o agarrarse a ella, da igual, pero sobretodo desea que en ningún momento pueda estar cómodo dentro de la sala. Este director ya ha demostrado que tiene una excelente técnica a la hora de manejar este aspecto. Sabe mover la cámara convenientemente para darle más protagonismo a los espacios o clavar un plano fijo para insinuar al espectador situaciones que quizá nunca lleguen a pasar. Juega con el público como quiere y además lo hace con elegancia.
Seguramente en este género quizá sea uno de los directores en activo que mejor trabaja estos detalles, mezclando a la perfección tanto personajes reales y efectos visuales, como el acompañamiento acústico a las escenas. De todas maneras, he de destacar que en esta entrega quizá ha sobrepasado el límite en que el exceso de los cgi, hace que la historia pierda algo de esa credibilidad que siempre se le otorga a este tipo de películas. Aún así, no desmerece para nada la calidad que tiene este joven realizador, dejando un film que en su conjunto supera el notable.
Así pues, una segunda entrega que podría ser perfectamente el inicio de una saga donde se nos contaran los casos más llamativos de este matrimonio, como si de un tv show actual se tratase. O quizá mejor dejarlo tal y como está, porque si no continúa en manos de Wan quizá pueda mermar su calidad (como ya ha pasado en sus spinoffs). Sea como sea, de momento tenemos estas dos películas que a modo de tributo nos relatan la intensa vida que dedicaron los Warren a lo paranormal...
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