28 mayo, 2016
Día bastante completo al que dimos comienzo en la sala de conferencias del Corte Inglés. Para comenzar la jornada asistimos a la rueda de prensa del joven director francés Marc Lahore, el cual presenta aquí su primer largometraje The Open. Nos explicó las dificultades que conllevó el rodaje, tanto económicas como técnicas, pero que al final merecieron la pena por el resultado obtenido.
Éste dio paso a Alberto Marini, director y guionista de Summer Camp, película que fue proyectada la jornada anterior. Respondió con gratitud a una serie de preguntas que el mismo director del festival le fue haciendo, detallando su forma de trabajar y resumiendo entretenidamente la historia de su vida ligada al mundo del cine.
Y para dar el broche definitivo a la tanda de conferencias, ni más ni menos que el genial John Landis, el cual tomó el control de la situación desde el principio y nos deleitó con una serie de historias sobre su vida. Se nota que es un narrador nato, además de hacerlo tan naturalmente y con ese toque de humor tan particular que es imposible que no caiga bien.
Por la tarde la agenda se trasladaba de nuevo a los cines Palafox. Hoy se cerraban las proyecciones que entraban a concurso en la Sección Oficial del festival, dando así por cerrada la participación. Para comenzar la tarde Abduct de Ilyas Kaduji. Un thriller de ciencia ficción que intenta responder a las preguntas de sí hay alguien o algo más allá de nosotros, barajando tanto religión como alienígenas teniendo como foco de atención a una extraña joven. Película con un guión muy perdido que da la sensación de no tener claro en ningún momento cual era su objetivo. Sumado a unas actuaciones y a una factura técnica bastante pobre, hacen que sea uno de los trabajos más inferiores vistos en el festival.
Después se ha proyectado otra de las películas que se daban como interesantes en esta edición, Cold Moon de Griff Furst. Un intento fallido de querer mezclar el thriller con película sobre fantasmas vengativos, no llegando a cumplir el objetivo en ninguno de los dos casos. Una película que tira del susto fácil para intentar embaucar al espectador, pero que a priori no ha provocado más que desasosiego. Una lástima, porque posiblemente este guión en otras manos quizá hubiese tenido algo más de carácter.
Y otro revuelo montado con la visita de John Landis para que se le hiciese la entrega del premio honorífico, previo a la proyección de una de sus mejores películas, An american werewolf in London. Unas palabras de agradecimiento y algo de interactividad con el público, hicieron que el visionado de la película en su 35 aniversario fuese algo más mágico (si cabe).
Y para terminar, otra de las sorpresas que prometía el festival, House Harker de Clayton Cogswell, que ya desde el principio aseguraba locura tras la histérica presentación de parte del equipo. Una película del género vampírico que se ha tomado completamente como una fiesta y que deja algún que otro buen momento. Mucha tontería y mucha sangre hicieron que uno volviese a la cama con buen sabor de boca.
Y listo por hoy. Mañana se anunciará el palmarés y podremos descubrir quien se lleva el pez gordo en esta edición del Nocturna. Difícil deliberación tiene que llevar a cabo el jurado, pero bueno, suerte para todos...
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