No hay que asustar a los boyscouts...
Los chicos se van de acampada y los monitores, para que se anden con cuidado, les cuentan historias de un ente que vive en los bosques al que llaman Cub, el cual les hará mucho daño en caso de que se porten mal. Pero más allá de esas fantasías, algo de ello se hará realidad, ya que en la zona de acampada donde van de colonias sucedieron terribles acontecimientos...
Es ya un clásico el tema de los sucesos sanguinarios durante acampadas, todo hay que decirlo, pero aquí le añade un ingrediente no tan visto, como es el de utilizar un reparto de niños de 12 años. Aunque sean actores tan jóvenes, las muertes siguen siendo igual de contundentes que si de un slasher con adultos se tratara, y quizá esto es lo que le aporta un extra en la inquietud al espectador. Aparte, lo variopinto de los métodos utilizados para llevarse a cabo las atrocidades están muy bien ingeniados, sin utilizar grandes medios pero con una efectividad muy conseguida. Tiene algunas incongruencias de guión, pero son muy perdonables si miramos en conjunto la película, que acaba siendo muy entretenida.
Muy buena demostración de lo que se puede conseguir con poco dinero y buenas ideas, sin tener que recurrir a grandes efectos para que el espectador no decaiga en la sosería. A ver si hay suerte y este director novel se hace un hueco en el mercado, ya que se le ven muy buenas intenciones...
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