Hoy ha sido una jornada bastante intensa en cuanto a número de películas, pero muy variada por sus contenidos. Prácticamente he vivido en el Auditori. Ha sido un salir y entrar constante hasta que se ha puesto el sol.
La primera del día ha sido Invasor, de Daniel Calparsoro.
Película que no encaja muy bien en este festival, ya que nos habla de un grupo de militares españoles que es atacado en Irak. Y aún sin tener en cuenta esto, la película deja mucho que desear. Es un intento de símil a la típica producción americana en la que nos quieren mostrar las injusticias de la guerra. Nos ofrece poca credibilidad en su historia y poco enganche en sus escenas de acción.
Después del primer palo tocaba ver Sinister, dirigida por Scott Derrickson.
Película entretenida en la que un escritor de novela detectivesca sobre temas relacionados con desaparaciones y asesinatos, busca encontrar inspiración en una casa donde hubo una masacre múltiple. Tira mucho del libreto básico para la típica película de sustos, pero es bastante resultona.
Más variedad para el día de hoy. Lo siguiente a ver fue Wolf children.
Anime creado por Mamoru Hosoda donde nos explica la desesperación y la fortaleza que tiene una madre para cuidar a sus dos hijos hombres-lobo, siendo ella humana total y sin conocimiento alguno sobre cómo hacerlo. Una historia muy bien contada y muy familiar.
Y para cambiar de tercio otra vez, la siguiente ha sido A fantastic fear of everything.
Loca comedia en la que un grandísimo Simon Pegg hace el papel de escritor paranoico, el cual cree ver amenazas de asesinato hacia él allá donde mira. Aunque con un par de momentos donde se ralentiza la historia, esta pequeña pega se solventa con las grandes situaciones cómicas que tiene.
Y ya la última película antes de salir del zulo que ha sido el Auditori. Una producción china en 3D de artes marciales, Tai Chi Zero.
Aquí nos mezcla el cine histórico de artes marciales de siempre con un poco de tecnología al más puro estilo steampunk. Las escenas de acción están acompañadas de una banda sonora muy efectiva, aparte de que las encara como si de un videojuego de lucha se tratase, con todo tipo de efectos.
Ya casi a oscuras, he bajado hacia los cines del retiro donde me esperaba una pólemica película, Berberian sound studio.
De esta película he escuchado de todo, así que tenía que verla para sacar mi propia opinión. Nos cuenta la historia de un hombre al que ha contratado un estudio de sonido italiano para llevar el apartado de mezclas en una producción de terror. Desde el principio nos tiene atrapados en su atmósfera sonora, ya que en ningún momento se ven imágenes de la película con la que trabajan y es todo imaginación. Aparte de esto, hay una serie de problemas entre los componentes del equipo que la hace aún más llamativa. El único pero que le veo son los últimos quince minutos, donde empieza a desvariar alocadamente sin opciones a entender lo que el director nos quiere explicar.
Y por hoy ya ha habido más que suficiente. Mañana me espera una sesión parecida y el sábado otra con más movimiento, así que me prepararé el colirio para los ojos, que los lacrimales ya no funcionan como deberían...
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