06 octubre, 2012
Pues otro día más en el festival. Igual que ayer, he comenzado pronto para poder hinchar mi cerebro con todas las películas posibles. Ayer hicieron una maratón en la que proyectaron tres películas que me interesaban, pero por no terminar a historias intempestivas, me he reservado verlas durante el día de hoy, con calma y bien despierto.
La primera sesión ha sido Branded, coproducción ruso-estadounidense y obra prima de los directores Jamie Bradshaw y Aleksandr Dulerayn.
Curiosa película que critica cómo las campañas publicitarias incitan al consumidor para llevarles por el camino que las grandes corporaciones quieren. Con muchos puntos muy buenos y otros momentos durante el desarrollo algo lentos, lo mejor de esta película es el desarrollo final de la historia, donde podemos ver al actor principal con cierta capacidad de visión similar a la que tenían los protagonista de They Live de Carpenter. Eso sí, en la era digital y mucho más surrealista.
Sin salir del cine Retiro prácticamente (sólo porque te obligan a desalojar la sala, manque la siguiente sesión entres otra vez...), me he metido entre los globos oculares una producción de las que hacen honor al leitmotiv del festival, The Day.
Esta película estadounidense, dirigida por Douglas Aarniokoski, nos hace creer que estamos ante otra más del género postapocalíptico, donde la humanidad ha dejado de serlo para convertirse en animales y un grupo de supervivientes intentan salvar sus vidas. Sí, así empieza, pero a medida que va avanzando nos encontramos con que va girando hacia un campo con más acción, la cual tiene algunas escenas fantásticas para sorpresa del espectador. Muy entretenida.
Y después de 5 horas en el mismo cine, me he tomado un descanso para ir a comer un poquito, hacer un par de gestiones y descansar la vista. Pero poco tiempo, ya que hay que ir al Auditori a verse las dos siguientes.
La primera ha sido Compliance, producción americana escrita y dirigida por Craig Zobel. Película basada en hechos acontecidos en Estados Unidos, en los que una persona se dedicaba a llamar a restaurantes de cómida rápida haciéndose pasar por policía.
La película se puede tomar en clave de humor, aunque se haya basado en hechos reales. Las situaciones surrealistas a las que el falso policía hace pasar a los empleados del restaurante, se hacen poco creíbles por parte del espectador. Tanto, que hasta se hace pesado el ver cómo se creen todo lo que les dice, y mucho peor, hacer todo lo que les pide. Película entretenida sin más, con algunos bajones en los diálogos telefónicos.
Después he vuelto a entrar para ver John Dies at the end, última realización para la gran pantalla del gran Coscarelli, que desde su Bubba Ho Tep en 2002 nos tenía abandonados.
Y la verdad, sigue con el mismo estilo de historia psicodélica, llena de humor y toques de sangre. En esta ocasión todo gira entorno a una droga llamada Salsa de soja, la cual provoca durante unas horas la posibilidad de tener percepción extrasensorial. Muy divertida y entretenida.
De vuelta para los cines del Retiro y a la espera de ver otras dos películas más, las últimas del día. En primer lugar se ha acontecido Doomsday Book, gran producción coreana que junta a dos de los directores que más en forma están.
Se compone de tres segmentos en los que tomando como base una catástrofe diferente en cada uno de ellos, nos plantean tres historias. La primera será una pandemia vírica, la segunda la capacidad cognitiva de los robots sobre los humanos y la tercera un meteorito desde el espacio.
Y ya está, a dormir que mañana esto sigue,y sigue, y sigue...
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