Gokudô heiki
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Shozo es un mercenario, hijo de un jefe yakuza, que recibe la noticia de que su padre ha muerto. Deja sus trabajos en sudamérica para volver a Japón y arreglar el asunto. Una vez allí, se da cuenta de que su padre ha sido asesinado por su mano derecha, Kurawaki, y que ahora aparte de tener el poder también tiene secuestrada a su novia. Al intentar plantarle cara, Shozo es mutilado de un brazo y una pierna, situación que aprovecha la mafia para hacer de él la máquina de matar perfecta, implantándole una ametralladora y un lanzacohetes, en lugar de sus extremidades. A partir de aquí el cara a cara se iguala.Volvemos a ver otra producción de la Sushi-Typhoon, a cargo del realizador Yamaguchi y en colaboración el también actor Takaguchi.Basada en un manga, el concepto no es malo, aunque ya visto en otras pelis como Machine Girl de Noboru Iguchi, se esperaba que fuese igual de entretenida. Pero no.Quitando algunos momentos cómicos característicos de este tipo de filmes, la película tiene muchos altibajos y muchas lagunas, pretendiendo ser en partes una película seria de la yakuza japonesa.Esto hace que el espectador pierda el hilo, e inluso diría que hasta se aburra en algunos momentos.Buena puesta en escena del actor principal, efectos visuales correctos para este tipo de peli, pero en conjunto no termina de ser un producto viable.
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